Por John Santos
La Vega, República Dominicana — En un ambiente marcado por el recogimiento y el homenaje a una vida dedicada al servicio pastoral, la Catedral Inmaculada Concepción de La Vega se convirtió desde ayer lunes, en el epicentro de las despedidas al reverendo Francisco Almonte, conocido como el Padre Almonte.
Sus restos mortales estarán expuestos hasta este martes, de 8:00 a.m. a 3:00 p.m., para permitir que fieles, amigos y miembros del clero se acerquen a rendirle tributo.
Una eucaristía de cuerpo presente está programada en la misma catedral, un evento que congregará a quienes valoraron el legado del sacerdote en sus seis décadas de labor sacerdotal. El Padre Almonte falleció en la mañana del lunes en una clínica privada tras complicaciones de salud que lo habían afectado en los últimos días.
Un adiós a un pilar de la comunidad
El deceso del Padre Almonte ocurrió ayer en un contexto especialmente significativo. Este año marcaba su 60 aniversario de ordenación sacerdotal, un hito que celebró mientras continuaba ejerciendo como párroco de la Iglesia Santiago Bonó de Palmarito, en La Vega.
Su partida coincide con la reciente toma de posesión del nuevo obispo de la Diócesis de La Vega, Carlos Tomás Morel Diplán, un evento al que el sacerdote no pudo asistir debido a un quebranto de salud ocurrido el pasado sábado.
El Padre Almonte deja una huella profunda en la Iglesia Católica dominicana y en las comunidades en las que desempeñó su misión pastoral. Desde su ordenación en 1964, en Roma, por el cardenal Carlos Confalonieri, su vida estuvo marcada por un inquebrantable compromiso con la educación religiosa y la guía espiritual de miles de fieles en diversas localidades del país.
Una despedida multitudinaria
Se espera que el homenaje culmine con una multitudinaria ceremonia en la Catedral Inmaculada Concepción, reafirmando la relevancia del Padre Almonte como una figura central de la fe católica en República Dominicana. Para muchos, su legado trasciende lo religioso y se inscribe en la memoria colectiva de comunidades enteras, especialmente en La Vega, donde su dedicación lo convirtió en un verdadero referente moral y espiritual.
Se entierro se realizará después de las tres de la tarde en el cementerio de Cutupu de La Vega.
La pérdida del Padre Almonte deja un vacío difícil de llenar, pero su ejemplo vivirá en quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo y en aquellos que seguirán recordándolo como un faro de fe y servicio.
