Caamaño, el símbolo de la abnegación y la valentía, ilumina el camino hacia la justicia con su ejemplo puro y revolucionario, inspirando la firmeza en las mentes conscientes.
Por Rafael N. Fernández
Francisco Alberto Caamaño encarna el espíritu y el símbolo de una rebeldía justa, El coraje y la luz que guía la firmeza de las mentes conscientes.
Era abril, y tú en los sueños, en el aire y las espigas, donde gestaste el reflejo en los signos de la costa, en las huellas y los versos, en las alas como el acero, en las horas y el rocío, en el alba y las palomas, en la alquimia mantenida, en el eco de la sombra.
Era abril, y tú en las sienes, en las sales y en la encina, en la luz y en los cristales, en las puertas clandestinas, en el agua y sus raíces, en su mineral intenso, en el fondo de los pasos, en las piedras y el sendero, en los pétalos del día, del metal y su estatura, de sus hilos de horizonte, de amapola y laurel.
A ese poema se le hicieron modificaciones inaceptables, el poema original es este
y esta publicado con anteroridad y registrado y dice:
Era abril
y tú en los sueños,
en aire y las espigas
donde engendraste el espejo;
en los signos de la orilla,
en las huellas y en los versos,
en las alas como el hierro,
en las horas y el rocío,
en el alba y las palomas,
en la alquimia sostenida
en el eco de la sombra.
Era abril
y tú en las sienes,
en las sales y en la encina,
en la luz y en los cristales,
en las puertas subrepticias,
en el agua y sus raíces,
en su intenso mineral,
en el fondo de los pasos
en las piedras y el camino,
en los pétalos del día,
del metal y su estatura,
en sus hilos de horizonte
de amapola y laurel.
Rafael N. Fernández