Por Andy Morales.
El pasado 19 de mayo, la República Dominicana celebró una jornada electoral que, más allá de los resultados electorales, puso de manifiesto una realidad preocupante: la elevada abstención. Más del 46% del electorado decidió no participar en el proceso, enviando un mensaje claro y contundente sobre su desencanto con las propuestas de los partidos políticos.
Un voto de protesta
Lejos de ser una simple muestra de apatía o desinterés, la abstención se erige como una forma de protesta silenciosa, una manifestación de insatisfacción que debe interpelar a todos los actores políticos. En una democracia, el voto es el instrumento fundamental para el cambio y la expresión de la voluntad popular. Cuando casi la mitad de los ciudadanos opta por no ejercer este derecho, se cuestiona seriamente la legitimidad y representatividad del sistema político.
Desconexión entre la política y la ciudadanía
En su afán por captar votos, los partidos políticos parecen haber perdido de vista las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía. La falta de propuestas concretas y viables, la reiteración de promesas incumplidas y la percepción de corrupción y clientelismo han generado un clima de desconfianza generalizada. Los electores buscan soluciones a problemas reales como la inseguridad, el desempleo, la educación y la salud. Sin embargo, las campañas electorales se han centrado más en ataques entre candidatos y en promesas vagas que en la presentación de planes de acción claros y coherentes.
Un llamado a la reinvención de la política
Este alto nivel de abstención debe ser un llamado de atención para los partidos políticos. Es imperativo que se reinventen y reconecten con la población. Es fundamental que escuchen y comprendan las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, y que trabajen en el desarrollo de políticas públicas que respondan a estas demandas. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser pilares fundamentales en esta nueva etapa, para reconstruir la confianza perdida.
Fomentar una ciudadanía activa y comprometida
Asimismo, resulta crucial fomentar una cultura de participación ciudadana más activa y comprometida. Las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación y las instituciones educativas tienen un papel vital en este proceso. Deben promover la importancia del voto y la participación en la vida pública, a la vez que educan sobre los mecanismos de incidencia política disponibles.
Un desafío con oportunidades
El desafío es grande, pero no imposible de superar. La República Dominicana tiene una oportunidad única para reconfigurar su panorama político y fortalecer su democracia. La abstención masiva no es un signo de debilidad, sino una indicación de que el pueblo exige un cambio real y profundo.
Conclusión: un mensaje claro para la clase política
En definitiva, el resultado de las elecciones del 19 de mayo es una clara advertencia para los partidos políticos dominicanos. La alta abstención refleja un desencanto generalizado con el sistema actual. Es hora de que los líderes políticos tomen nota y actúen en consecuencia, para recuperar la confianza y el interés de los ciudadanos en el proceso democrático. Solo así se podrá avanzar hacia un futuro más justo, inclusivo y próspero para todos los dominicanos.
