Irán ha lanzado un ataque con decenas de drones contra Israel, ha afirmado en rueda de prensa el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el general de brigada Daniel Hagari.
Por su parte, la corporación de radiodifusión israelí KAN citando canales de Telegram cercanos al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica, informa que unos 50 vehículos aéreos no tripulados se acercaban a Israel.
Mientras, el canal Al Arabiya reporta que una gran cantidad de drones ha entrado en el espacio aéreo de Irak, por el sur del país.
El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu dijo anteriormente que estaban “preparados para cualquier escenario, incluso uno de ataque directo. Nuestros sistemas de defensa son amplios. El Estado de Israel es fuerte, las FDI son fuertes, el público es fuerte”.
Netanyahu añadió que aprecia que Estados Unidos, el Reino Unido y otros países apoyen a Israel y que insta al público a atenerse a las directrices del Comando del Frente Interno.
“A quienes nos hacen daño, les hacemos daño”, dijo el primer ministro, “nos defenderemos de cualquier amenaza y lo haremos con determinación”.
La tensión entre Israel e Irán escaló desde el ataque del 1 de abril en el que murieron altos mandos militares iraníes en Damasco . Teherán culpó a Israel -que no ha confirmado ni negado su responsabilidad- y prometió tomar represalias.
La amenaza ha sido tomada en serio por las potencias mundiales, varias de las cuales han desaconsejado a sus ciudadanos viajar a la región. Israel, por su parte, ha prometido responder del mismo modo a cualquier ataque iraní en su territorio.
Jordania declaró el sábado cerrado su espacio aéreo, en una posible medida de precaución ante la probabilidad de que cualquier disparo de misiles de Irán o Israel.
A primera hora del sábado, la agencia estatal de noticias de Irán, IRNA, informó de que un helicóptero de la Guardia había abordado y llevado a aguas iraníes el MSC Aries, de bandera portuguesa.
Las agencias de seguridad marítima habían informado antes del abordaje y captura de un buque por “autoridades regionales” en el estrecho de Ormuz, entre Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Irán.
Un horizonte peligroso
Ahora queda por ver cómo evoluciona el conflicto. Tras el ataque de Irán, la incógnita es qué pasó da Israel, qué alcance tendrá la respuesta y en qué medida intervendrá en ella Estados Unidos del lado de los hebreos. Si se entra en una guerra declarada –que es la posibilidad que la Casa Blanca ha tratado de evitar–, las consecuencias del conflicto se dispararían y entrarían en juego otros escenarios añadidos en el tablero mundial.
De una parte, será clave la posición que adopten otras grandes potencias occidentales, como Gran Bretaña; y, por otra, el partido que puedan tomar, declarado o camuflado, Rusia y China.
Además, quedan abiertas otras dos incógnitas de calado, una en el plano geopolítico y otra en el económico. En lo geopolítico, un riesgo añadido es que, de estallar un conflicto a gran escala en Oriente Medio, sus efectos colaterales alcanzaran indirectamente la estabilidad en otros puntos calientes, en particular la Europa del Este. Rusia tiene sus esfuerzos concentrados en la guerra de Ucrania, por lo que los analistas ven poco probable que se aventure en tomar parte visible en la escalada bélica de Oriente Medio. Pero puede hacerlo de forma soterrada y, además, con Estados Unidos –primera potencia de la OTAN– embarcada en el conflicto en el flanco árabe, Putin podría verse tentado a ampliar su ofensiva imperialista en otros puntos que ha ido poniendo en su objetivo en la Europa del Este y sobre los que ha renunciado hasta ahora.