Directivos del conjunto francomacorisano acusan a la Liga y a representantes de las Águilas Cibaeñas de vulnerar estatutos, favorecer a empleados vinculados y comprometer la institucionalidad del béisbol profesional
Por John Santos
San Francisco de Macorís (República Dominicana) – La directiva de los Gigantes del Cibao ha dirigido una carta pública a los principales socios del equipo de béisbol Águilas Cibaeñas, en la que expresa su “profunda preocupación y absoluto rechazo” ante lo que consideran una “asamblea secreta, irregular y nula” celebrada en el seno de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), en la que se eligió a la actual directiva de la organización.
La misiva, fechada el 1 de julio y firmada por varios socios fundadores del equipo francomacorisano, sostiene que las elecciones internas de LIDOM se realizaron de forma anticipada, sin la convocatoria oficial prevista en los estatutos y al margen del conocimiento de los legítimos propietarios de las franquicias.
“Resulta insólito que se hayan realizado elecciones antes de la fecha estatutariamente prevista —la segunda semana de julio— y sin que los verdaderos socios fuésemos informados ni convocados”, señala el texto, que cita los artículos 16 y 20 del reglamento de la Liga, los cuales exigen un anuncio público con quince días de antelación para garantizar transparencia y participación.
Según denuncian, la asamblea fue celebrada de forma clandestina, sin difusión en los medios de comunicación ni a través de los canales institucionales, lo que, a su juicio, genera “fundadas sospechas” sobre sus intenciones reales. En la carta, también se advierte que varios de los nuevos integrantes de la directiva y los comités de Ética, Disciplina y Apelación tienen vínculos laborales o de dependencia con la LIDOM, lo que constituye un conflicto de intereses.
Los firmantes, entre los que se encuentran el Dr. Abraham Abukarma Cabrera, el Dr. Ysócrates Andrés Peña Reyes y el ingeniero Tabaré Enriquillo Peña, subrayan la gravedad de que altos ejecutivos vinculados a empresas del entorno del béisbol ocupen simultáneamente cargos dentro de la Liga, en lo que consideran una ruptura con los principios de independencia, equidad y legalidad que deberían regir el deporte profesional.
“El señor Alfredo Acebal Rizek no representa a los Gigantes del Cibao y su participación en dicha asamblea es cuestionada en su legalidad”, denuncian, al tiempo que lamentan que figuras de reconocida trayectoria ética y jurídica hayan sido excluidas del proceso.
En su lugar, según la carta, se habrían insertado nombres sin justificación, muchos de ellos relacionados directa o indirectamente con los responsables de la asamblea, en una maniobra que los socios de los Gigantes consideran una amenaza para la credibilidad de la Liga.
Los autores de la carta concluyen exigiendo la revocación inmediata de las decisiones tomadas en ese proceso y advierten que, de no atenderse su reclamo, podrían emprender acciones legales o institucionales en defensa de sus derechos como socios. La misiva fue también remitida al Comisionado del Béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, y a los socios de las Águilas Cibaeñas Béisbol Club.
“Este atropello institucional rompe con la unidad y armonía que siempre han debido prevalecer en LIDOM y pone en peligro el futuro del béisbol profesional dominicano”, concluye el documento.
Entre los destinatarios de la carta figuran directivos de alto perfil del club Águilas Cibaeñas, entre ellos Víctor García Sued, Iris Núñez Viuda Sánchez, Fabio Jorge, Juan Sánchez, Debbie Lawrence, Lionel García, Gina Jorge, José Bermúdez, Pedro Pérez, Juan Álvarez, Luis Campos, Rafael Álvarez, Winston Llena y José Augusto Vega Imbert. Todos fueron mencionados directamente en la comunicación por los remitentes como responsables de tomar medidas frente a la situación denunciada.
La misiva lleva las firmas del Dr. Abraham Abukarma Cabrera, el Dr. Ysócrates Andrés Peña Reyes y el Ing. Tabaré Enriquillo Peña, quienes, además de ser socios fundadores de los Gigantes del Cibao, se identifican como abogados de sí mismos y de otros socios que también rechazan la validez de la asamblea. Su tono firme y legalista anticipa posibles acciones jurídicas si no se rectifican los hechos denunciados.
