En la penumbra de la madrugada, al filo de las 4:45 minutos exactos, el estremecedor temblor de tierra que sacudió la región del Cibao dejó una estela de grietas en diversas edificaciones de Puerto Plata.
Los barrios del municipio cabecera, San Felipe de Puerto Plata, se convirtieron en testigos mudos de la embestida sísmica, revelando las carencias estructurales de las humildes viviendas.
Quedó al descubierto la triste realidad de que estas moradas, frágiles y vulnerables, no fueron diseñadas con la solidez necesaria para resistir los embates de la tierra en movimiento.
Ante esta situación alarmante, las autoridades locales se unieron a los organismos de protección civil, emprendiendo una ardua labor para realizar inspecciones exhaustivas y arrojar luz sobre la magnitud de los daños causados por este inquietante temblor.
La magnitud del sismo, registrada en 5.2 grados en la escala de Richter, no pasó desapercibida. Su epicentro se ancló en el municipio de Altamira, pero su impacto, astuto e implacable, se propagó como un eco estremecedor por toda la provincia.
La naturaleza, omnipotente en su rigor, susurraba dolorosos recordatorios a los habitantes de Puerto Plata, recordándoles su fragilidad ante los caprichos telúricos.
El temblor, cual torbellino de pánico, se apoderó de cientos de ciudadanos puertoplateños, sorprendiéndolos con una sacudida que les robó el aliento. Muchos, en un acto desesperado, se arrodillaron buscando refugio en la oración, clamando por la misericordia divina en medio de la incertidumbre y la indefensión ante las fuerzas incontrolables de la naturaleza.
Por redacción de Diario Cibao | Puerto Plata, RD | 18 de mayo de 2023
Grietas en viviendas y temor en Puerto Plata tras fuerte sismo. pic.twitter.com/3dEiSsgcqv
— Diario Cibao (@DiarioCibao) May 18, 2023
