La puja es la segunda ronda y probablemente la última, pues lo que se ha vuelto cada vez más claro es que, por todo su ruido y celebridad, no hay manera de que Alex Rodríguez y Jennifer Lopez estén recibiendo los Mets, es decir, carecen del dinero suficiente para comprar el equipo.
La opinión es del periodista BILL MADDEN, quien escribió sobre el tema en un artículo publicado en el periódico DAily News.
Hay muchas razones para esto, sobre todo no tienen cerca el dinero de los dos corredores principales, el magnate de los fondos de cobertura de Nueva York Steve Cohen y los propietarios principales de New Jersey Devils/Philadelphia 76ers, Joshua Harris y David Blitzer.
Recientemente A-Rod anunció con mucha emoción que el linebacker del Salón de la Fama de la NFL Brian Urlacher, el campeón del Super Bowl Travis Kelce y el jugador ofensivo de la NFL del año DeMarco Murray se habían unido a su grupo de inversores, a lo que un experto de la industria señaló: "Eso es todo lo que necesita saber sobre la oferta de A-Rod".
Lo último que quieres en esta etapa del juego es más inversores. Sólo demuestra el punto de que no tienen el dinero, mientras que un tipo como Cohen [cuyo patrimonio neto se estima en 13.800 millones de dólares por Forbes] no necesita ningún inversionista.
Tampoco los 76ers chicos [Se dice que Harris tiene un valor neto de casi $5 mil millones y Blitzer $1.300 millones]. Todos pueden comprar a los Mets por su cuenta."
Es más que solo el dinero
Pero es más que sólo tener el dinero para comprar el equipo. Es el dinero para luego operar el equipo después de bombardear los $2 mil millones más para los Mets y adquirir hasta $500 millones en deudas que los propietarios de los Mets Fred Wilpon y Saul Katz acumularon en préstamos de los bancos y MLB para rescatarlos del escándalo de inversión Bernie Madoff en 2008.
Sin duda, la cantidad de dinero en efectivo que Wilpon y Katz terminan recibiendo para el equipo dependerá de la cantidad de esa deuda que estén dispuestos a absorber. Pero los propietarios de Las Grandes Ligas no van a aprobar ninguna venta de los Mets por menos de $2 mil millones porque el precio de venta afecta a todos sus valores de franquicia.
Como es, como todos los otros propietarios, Wilpon y Katz pueden perder otros $150 millones en ingresos esta temporada como resultado de la pandemia, razón por la cual hay una urgencia de completar este acuerdo antes de octubre.
A menos que el precio de venta no incluye SNY, que vale al menos otros 2.000 millones de dólares, pero también está muy apalancado en deuda. Al igual que todas las otras cadenas de televisión del equipo, SNY está perdiendo millones en publicidad este año y concebiblemente podría ser una parte separada del acuerdo.
Wilpon y Katz, ambos de 80 años, poseen el 80% de la cadena y aparentemente querrían cobrar en ella también. Comcast y Spectrum, que poseen el otro 20%, se dice que definitivamente quieren desinvertirse de SNY.
Lo que nadie quiere es otra situación de Frank McCourt con los Mets, como probablemente sería el caso si A-Rod de alguna manera consigue el equipo.
Otro equipo a la bancarrota
En 2004, cuando Rupert Murdoch y Fox buscaban vender a los Dodgers, el comisionado de béisbol Bud Selig dirigió la venta a McCourt. El magnate del estacionamiento de Boston, simplemente parecía un pretendiente decepcionado para los Medias Rojas después de que Selig maniobrara esa venta al dueño de los Marlins John Henry.
McCourt, por supuesto, resultó estar muy infra financiado y procedió a llevar a los Dodgers a la bancarrota. Cuando, en 2012, MLB finalmente pudo sacar a McCourt del juego, Cohen tenía fama de ser el mejor postor para el equipo.
Pero esa vez, los propietarios fueron capaces de prevalecer sobre Selig para rechazarlo (supuestamente debido a su declaración de culpabilidad en un documento de culpa de mil millones de dólares intercambiando demanda civil).
En cambio, los Dodgers acudieron a Guggenheim Partners después de que trajeron a bordo a Stan Kasten, antiguo aliado de Selig, pero a su vez demostraron ser tan grandes gastadores como los dueños temían que Cohen fuera.
