Una madrugada serena en Aminilla, República Dominicana, se tornó en una pesadilla inimaginable. Cuatro almas, tres de una misma familia, fueron segadas por manos desconocidas, dejando una comunidad estupefacta.
Por Valentina Garcia
Aminilla, República Dominicana – En una madrugada que parecía igual a tantas otras en la apacible Línea Noroeste, la tranquila comunidad de Aminilla, ubicada en el municipio de Partido, provincia de Dajabón, se vio sacudida por un suceso macabro que ha dejado a todos los habitantes en estado de shock. Cuatro personas, incluyendo a tres miembros de una misma familia, fueron encontradas sin vida en su propio hogar, víctimas de heridas causadas por armas blancas y disparos, en un presunto ataque perpetrado por ciudadanos haitianos.
El escalofriante descubrimiento fue obra de los propios vecinos, quienes, alarmados por el estruendo de las balas y los desgarradores gritos que rompieron el silencio de la madrugada, se apresuraron a la residencia de los Medina en busca de respuestas. Lo que encontraron en el interior de la casa superó en horror sus peores pesadillas: los cuerpos de la familia yacían en medio de un charco de sangre, la vida arrebatada de manera brutal y siniestra.
El periodista Alfonso Morel, colaborador destacado del Diario Cibao, dio a conocer los nombres de las víctimas: Carmelina Antonia Cabreja Ramos, de 49 años; su esposo, Ramón Eugenio Medina, de 60 años; y su hijo, Daniel Medina Cabreja, de tan solo 19 años. Una cuarta persona, aún por identificar, también perdió la vida en este acto atroz.
Por otro lado, Cristiano López, el quinto habitante de la casa, sobrevivió al violento ataque y recibe atención médica en el Hospital Provincial General Santiago Rodríguez.
La noticia ha dejado a la comunidad de Aminilla sumida en una profunda consternación, pues jamás había experimentado un acto de tal vileza en su tranquila historia. Los habitantes buscan respuestas en medio de un mar de interrogantes, luchando por entender cómo la violencia y la muerte han llegado a sus puertas.
Las autoridades locales han desplegado un equipo de investigadores para esclarecer los detalles de este espantoso crimen que ha dejado una nube de tristeza y miedo sobre Aminilla. En medio de la incertidumbre, la comunidad espera ansiosa por conocer las motivaciones detrás de esta masacre, mientras se aferra a la esperanza de que la paz regrese a sus vidas, aunque la sombra de la tragedia perdure en sus corazones.
