La Vega.- La iglesia Católica conmemoró hoy con una Eucaristía los 525 años de haber sido bautizados los primeros indios en América, acontecimiento trascendental que tuvo lugar el 21 de septiembre del 1496, en la vecindad de la antigua ciudad de La Concepción de La Vega, hoy conocida como Vega Vieja.
El oficiante de la Eucaristía fue el nuncio apostólico del Papa en la República Dominicana, monseñor Ghaleb Moussa Abdallah Bader, quien bautizó a doce personas, como símbolo de los doce apóstoles que acompañaron a Jesús y recibió a representantes de 12 diócesis como símbolo de las doce tribus de Israel.
El Nuncio además estuvo acompañado de monseñor Héctor Rafael Rodríguez, obispo de La Vega.
También participaron todos los obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano, así como sacerdotes, religiosos y un reducido grupo de feligreses, debido a las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias con motivo de la pandemia que afecta el país.
El 21 de septiembre de 1496 se pronunciaron por primera vez en suelo del Continente Americano (La Vega, República Dominicana) las palabras de la fórmula sacramental «Yo te Bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» dichas en la celebración del Bautismo del cacique indígena taíno Guaticaba.
Otorgando así a la filiación divina al indígena Guaticaba, quien tomó por nombre Juan Mateo, y a 16 miembros, gente de su casa y familia. Inmediatamente salieron a evangelizar acompañando a Ramón Pané, el Primer Evangelizador de América.
Guaticaba “Juan Mateo” y su familia fueron los primeros mártires del Continente Americano; una Familia Evangelizadora, discípulos y misioneros del Evangelio, que junto con Ramón Pané iniciaron en estas tierras la Evangelización.
Fray Ramón Pané, era parte de los trece misioneros que vinieron con Colón en su segundo viaje en el 1493.
Para llevar a cabo su labor evangelizadora, Fray Ramón vivió con los indios durante varios años, aprendió sus costumbres, el origen de sus dioses, su religiosidad popular y, por sobre todo, sus lenguas, de manera especial la de los taínos.
Antes de recibir el Sacramento del Bautismo, Guaticaba -quien recibió el nombre de Juan Mateo- y los dieciséis miembros de su familia, fueron debidamente catequizados por fray Ramón Pané.
Años más tarde, al ser torturados por indios belicosos para que renegaran de su catolicismo, prefirieron morir pronunciando Dios, naboría, daca, que quiere decir: YO SOY SIERVO DE DIOS, recibiendo la palma del martirologio de parte del Papa Juan Pablo II, en septiembre del 1994 al declararlos “Primeros Mártires Cristianos de la Fe Cristiana en América”.
El hecho de haberse bautizado en esta diócesis los primeros indios en América, nos otorga el privilegio de haber sido el lugar elegido por la Divina Providencia para hacerse presente -por vez primera en el Nuevo Mundo- el Espíritu Santo, iniciándose así el definitivo enlace entre el alma nacional y la fe cristiana.
