Anatomía de una crisis en el CDES

0
73
Miguel Angel Cid

Una pugna por el poder deja al descubierto dos décadas de control unipersonal y plantea un futuro incierto para la institución que guía el desarrollo de Santiago.

Por Miguel Ángel Cid

Pese a los augurios de una confrontación física en la Asamblea Ordinaria del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES), el evento transcurrió sin mayores incidentes. Sin embargo, un breve conato de conflicto, rápidamente silenciado, fue suficiente para evidenciar las profundas tensiones que se gestaban bajo la superficie.

Origen y captura institucional

El CDES nació a principios de la década de los noventa, fruto de un proceso de planificación liderado por el intelectual santiaguero Rafael Emilio Yunén, entonces director del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la PUCMM. Su concepción fue meticulosa y nada se dejó al azar.

No obstante, poco después de su fundación, la institución fue cooptada por un liderazgo que personalizó su gestión. Con el tiempo, todos los estamentos de dirección, incluidos los equipos técnicos, se convirtieron en figuras decorativas, subordinadas a la voluntad de su director ejecutivo, quien consolidó un control total sobre la organización. Para lograrlo, aplicó tácticas de manipulación que le permitieron dominar cada aspecto del Consejo.

¿Qué es el CDES?

El Consejo para el Desarrollo Estratégico de la Ciudad de Santiago (CDES) tiene como objetivo principal formular y gestionar la ejecución del plan estratégico de desarrollo de Santiago de los Caballeros. Aunque esta planificación corresponde formalmente al Ayuntamiento como gobierno local, la escasez presupuestaria motivó a los alcaldes a delegar la gestión del Plan Estratégico de Santiago (PES) en esta organización, conformada en su mayoría por élites del sector privado.

De lo anterior se deriva que el PES sea el único gran proyecto que gestiona el CDES, lo que ha llevado a que la ciudadanía a menudo confunda ambas entidades. Los primeros tres directores ejecutivos del Consejo fueron el arquitecto José Raúl Fernández, la arquitecta Rosa Arlene María —actual directora del CIDEU en España— y el médico epidemiólogo Reynaldo Peguero.

La crisis latente

Durante más de veinte años, la organización proyectó una imagen de armonía y perfección casi inverosímil. Para consolidar el control unipersonal, fue necesario desplazar a figuras como José Raúl Fernández y Rosa Arlene María. Este dominio hegemónico se extendió por casi dos décadas y, tras la crisis, amenazaba con reinstaurarse.

Los líderes empresariales que conforman el CDES se mantuvieron pasivos ante esta situación, conformes con los halagos y la aparente eficiencia del director. "Es un mal necesario", solían justificar. Sin embargo, la situación se volvió insostenible. En diciembre de 2024, la junta directiva le asestó un "jaque" a este liderazgo, pero no fue definitivo.

Herido, el director trazó un plan para recuperar su poder, impulsando una plancha electoral afín a sus intereses. Los líderes históricos del Consejo, al advertir la maniobra, le propinaron un segundo "jaque" el pasado 29 de mayo. La crisis escaló inesperadamente con la intervención de Raquel Peña, vicepresidenta de la República, quien le confirió al conflicto un carácter de Estado, trasladando la negociación al Palacio Nacional. En este juego de poder intervinieron también Ulises Rodríguez y Daniel Rivera, alcalde y senador de Santiago, respectivamente, cuyo bando resultó perdedor en el conteo de votos.

Una asamblea competitiva

La asamblea electoral del 29 de mayo se perfilaba como el escenario de un cambio de mando en la presidencia del CDES. El grupo que buscaba mantener el control, bajo una nueva bandera de "democracia y defensa de la institucionalidad", intentó alterar la lista de votantes para favorecerse. Esto generó una pugna directa con Miguel (Miky) Lama, presidente de la Corporación Zona Franca de Santiago, quien zanjó la discusión con firmeza: "Cállese, usted habla demasiado, siéntese ya".

Lama fue uno de los pocos que mantuvo la calma en la que ha sido la única asamblea verdaderamente competitiva en la historia del CDES, cuyas juntas directivas anteriores se elegían por consenso. La puja entre dos facciones finalmente dejó al descubierto las debilidades institucionales ocultas durante décadas.

Los desafíos futuros

La contienda ha dejado heridas que necesitarán sanar, pero las cicatrices servirán como un recordatorio para mantener una mayor vigilancia interna. A continuación, se detallan los desafíos más importantes para la institución:

  1. Superar la división: Es urgente crear mecanismos que neutralicen las facciones y prevengan la acumulación de poder en una sola figura.
  2. Reformar el estilo de dirección: Se debe transitar de un modelo basado en la manipulación a uno que priorice la transparencia, la democracia interna y el respeto entre sus miembros, reduciendo el protagonismo del director ejecutivo.
  3. Implementar nuevos métodos de trabajo: Es necesario reforzar la participación de todos los actores con reglas claras, donde cada uno asuma su rol específico.
  4. Recuperar la imagen institucional: El CDES debe volver a ser un referente de organización, unidad y consenso para otras ciudades del país.
  5. Hacer del PES una herramienta útil: El Plan Estratégico debe dejar de ser un documento de lujo para convertirse en un instrumento de trabajo al servicio de los ciudadanos y las autoridades.
  6. Clarificar el rol de las autoridades: Los estatutos deben definir con precisión el papel y el derecho al voto de los funcionarios públicos para evitar futuras confusiones. Se debería considerar que el alcalde, como máximo representante del gobierno municipal, ocupe por derecho la presidencia del Consejo.

En resumen, la élite empresarial de Santiago se encuentra en una encrucijada: o preserva el CDES como un instrumento legítimo para influir en el gobierno local, o se arriesga a ceder su control a fuerzas emergentes en los próximos dos años. Si optan por lo primero, la lógica dicta que deberán asegurar la estabilidad institucional con un "jaque mate" definitivo.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here