Otorgan libertad bajo fianza a cabo vinculado al asesinato de un pediatra en Santiago

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Víctor Manuel Saldaña Hernández y Enrique Antonio Espinal Castillo.

El pasado viernes, la jueza Yeritza Cabral de la Cruz otorgó libertad bajo fianza al cabo de la Armada Dominicana, Víctor Manuel Saldaña Hernández, quien había sido vinculado a la muerte del médico pediatra Enrique Antonio Espinal Castillo.

La decisión judicial, que impuso una garantía económica de 500 mil pesos y la presentación periódica del imputado, se centró en la acusación de porte y tenencia de arma de fuego ilegal, dejando en el aire las posibles conexiones del militar con el trágico fallecimiento del galeno.

La defensa de Saldaña, encabezada por el abogado Juan Carlos Báez, argumentó que el arma en cuestión estaba guardada en la casa del cabo y que pertenecía a un amigo. Mientras tanto, Báez señaló que la defensa aguardaba para conocer si habría alguna acusación adicional en relación al caso o si, por el contrario, la medida cautelar sería levantada.

El caso de Espinal Castillo, de 48 años, ha generado una profunda conmoción en la comunidad médica de Santiago y en la sociedad dominicana en general. Reportado como desaparecido el 30 de julio, su cuerpo fue encontrado sin vida seis días después en el municipio de Palenque, provincia San Cristóbal. El informe preliminar del Ministerio Público indica que el médico pediatra murió a causa de los golpes recibidos con un objeto, aunque no se ha precisado el tipo de arma utilizada.

El viernes, mientras se desarrollaban las diligencias judiciales, familiares y colegas de Espinal Castillo se reunieron en el cementerio Fuente de Luz, en Santiago, para rendirle un último homenaje. Debido al avanzado estado de descomposición de su cuerpo, el médico fue sepultado en una ceremonia discreta pero cargada de emociones. Compañeros de varios centros de salud donde Espinal ejerció expresaron su dolor y recordaron al pediatra como un profesional excepcional, lleno de humanidad y devoción por sus pacientes.

La investigación continúa, mientras la comunidad sigue exigiendo justicia por la muerte de un médico que, en palabras de sus colegas, "tenía un corazón supergrande y mucho amor para dar".

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