Campesinos de Blanco, Monseñor Nouel, piden al presidente Abinader detener el desalojo de sus tierras ancestrales, tras operativos de Egehid que buscan recuperar terrenos supuestamente ocupados irregularmente.
Redacción de Diario Cibao
Los campesinos de la comunidad de Blanco, en la provincia de Monseñor Nouel, han alzado su voz en una petición urgente dirigida al presidente Luis Abinader, para evitar lo que consideran un despojo inminente de sus tierras ancestrales.
El conflicto gira en torno a las acciones emprendidas por la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid), que ha puesto en marcha un operativo de desalojo en terrenos que, según la institución, pertenecen al Estado y están siendo ocupados de manera irregular.
El señor Hipólito Núñez, uno de los afectados, expresó su preocupación ante lo que considera una falta de sensibilidad por parte de los funcionarios de Egehid. A sus 81 años, con décadas de arraigo en la comunidad, Núñez afirmó que no se opone a la protección del medio ambiente ni a la recuperación de tierras ocupadas por forasteros, pero insistió en que deben respetarse los derechos de las familias que llevan más de un siglo habitando la zona.
"Yo nací y me crié aquí, en Blanco. He dedicado mi vida a esta tierra y, a pesar de mi enfermedad cardíaca, siempre me preocupé por cuidar nuestro entorno", declaró Núñez. Aunque elogió la gestión del presidente Abinader, señaló que algunos de sus funcionarios "le hacen mucho daño" al tomar decisiones que afectan injustamente a los habitantes históricos de la comunidad.
La tensión ha aumentado tras varias reuniones con las autoridades de Egehid, que han anunciado medidas para avanzar en el desalojo de lo que consideran ocupaciones irregulares, no solo de foráneos sino también de campesinos que, como Núñez, han vivido en Blanco durante generaciones. A pesar de que los lugareños han solicitado reiteradamente que se implemente un plan de conservación del medio ambiente en colaboración con los residentes, las autoridades han ignorado estas propuestas, según denuncian los afectados.
Egehid, acompañada de la Procuraduría de Medio Ambiente y del Ministerio de Medio Ambiente, ha defendido sus acciones argumentando que están dentro del marco de la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y que su objetivo es preservar la cuenca del río Yuna y la zona de influencia de la Central Río Blanco. Entre las medidas adoptadas se incluyen la demolición de casuchas y la notificación a ocupantes, aunque estos aseguran que las acciones están afectando tanto a invasores recientes como a familias que llevan décadas en la región.
El conflicto continúa escalando, mientras los campesinos de Blanco siguen esperando una respuesta del Gobierno que reconozca sus derechos y les permita seguir habitando las tierras que han trabajado por generaciones.
La reacción de los campesinos se produjo previo a una reunión con autoridades de la EGEHID para abordar el conflicto.