El primer festival literario del Caribe se inaugura en la Ciudad Colonial con una poderosa agenda de reflexión que busca trascender las fronteras insulares y conectar la región con el mundo.
Diario Cibao
Las calles históricas de la Ciudad Colonial de Santo Domingo se convirtieron en el epicentro de un nuevo capítulo para las letras caribeñas. Este viernes se inauguró “Mar de Palabras”, el primer festival literario de la región, un evento que nace como un espacio para la reflexión, el intercambio cultural y la reivindicación del poder transformador de la palabra.
Con el emblemático Hotel Kimpton Las Mercedes como sede, la apertura convocó a destacados escritores, intelectuales y figuras del pensamiento latinoamericano. Minerva del Risco, presidenta de la Fundación René del Risco Bermúdez y directora del festival, afirmó en sus palabras inaugurales que el evento surge del deseo de que la literatura dominicana y caribeña “trascienda su ámbito insular” para enriquecerse en el diálogo con autores de otras latitudes. La misión es clara: abrir el Caribe al mundo y permitir que el mundo descubra su riqueza literaria.
La elección del lugar no fue casual. Del Risco recordó que el hotel, antigua Casa San Pedro, fue un histórico punto de encuentro para pensadores como José Martí, quien en 1892 fortaleció allí sus lazos con la intelectualidad dominicana. Este legado de intercambios, simbolizado por figuras como el puertorriqueño Eugenio María de Hostos y el dominicano Juan Bosch, ha sido clave en la evolución de la creación y el pensamiento en las Antillas.
En un tono más personal, la directora evocó la figura de su padre, el escritor René del Risco Bermúdez, cuya poesía desafió los tiempos oscuros de la dictadura y enseñó a mirar la ciudad y su gente con otros ojos, demostrando que la literatura ha sido siempre un vehículo de resistencia.
La jornada inaugural se nutrió de debates cruciales. El primero, “América Latina: entre la reinvención y el futuro en tiempos de Trump”, reunió a los analistas John Feeley, Denise Dresser, Flavio Darío Espinal y Alberto Barrera Tyszka para discutir sobre los retos de la democracia en una era de polarización.
Más tarde, en la mesa “Cuando el Caribe no es una postal”, los escritores Soledad Álvarez, Juan Villoro y Camilo Hoyos exploraron el desafío de narrar territorios que, bajo una apariencia paradisíaca, esconden profundas heridas sociales e históricas. El cierre del día llegó con un panel de lujo: “La literatura como brújula en tiempos inciertos”, donde Junot Díaz, Juan Gabriel Vásquez y Claudia Neira Bermúdez reflexionaron sobre el papel de la ficción como herramienta para interpretar la realidad y construir futuros posibles.
El festival, que continuará hasta el domingo con una nutrida agenda de encuentros y talleres, es posible gracias al respaldo de más de una docena de instituciones públicas y privadas, como el Ministerio de Turismo, el Centro Cultural Banreservas y el Banco Central, además del apoyo de la Acción Cultural Española.
“Mar de Palabras” se proyecta así como un espacio donde la creatividad y el arte convergen para impulsar el entendimiento entre culturas y fortalecer una identidad regional viva, crítica y profundamente humanista.