La Vega, República Dominicana. – La comunidad vegana se congregó este martes 7 de enero para despedir con honores al destacado educador y humanista Hugo Estrella Guzmán, quien falleció a los 83 años. Con una emotiva ceremonia, se rindió homenaje a un hombre cuya vida estuvo dedicada a la formación, los valores y el desarrollo de su amada ciudad natal.
El día comenzó con una misa de cuerpo presente en la Catedral de La Vega, presidida por el obispo de la diócesis, Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, acompañado por el obispo Benito Ángeles y otros destacados sacerdotes. Cientos de personas, representando diversas clases sociales, acudieron para hacerle guardia de honor. Durante la homilía, se destacó la entrega y pasión de Estrella por la educación y la sociedad vegana, así como su legado imborrable como mentor y líder.
Tras la misa, el féretro fue llevado al Colegio Eugenio María de Hostos, institución creada por el propio educador. Allí, en un acto solemne, se invocó al Santísimo en su honor. En la ceremonia, la banda municipal interpretó el himno nacional, mientras decenas de personas depositaban flores sobre el ataúd y soltaban globos blancos en señal de despedida.
El recorrido continuó hacia el Club Parque Hostos, una institución emblemática fundada por Estrella y cuya estructura techada fue recientemente inaugurada. Finalmente, sus restos fueron sepultados en el cementerio municipal de Las Lagunas, cerrando así una jornada cargada de emociones y homenajes.
Hugo Estrella Guzmán fue mucho más que un maestro. Su legado trasciende las aulas, como cofundador de instituciones esenciales para La Vega, entre ellas el periódico La Vega News, la Unión Deportiva Vegana (UDEVE), el Templo de la Fama del Deportista Vegano, la Universidad Tecnológica del Cibao (UCATECI), la Cooperativa Vega Real y la sociedad La Progresista. También sirvió como asesor de múltiples entidades y dejó una huella imborrable en cada proyecto que lideró.
Para quienes lo conocieron, Estrella fue un faro de inspiración, un hombre cuya calidez y sabiduría marcaron a generaciones de estudiantes, deportistas y ciudadanos. Su despedida deja un vacío profundo en la sociedad vegana, pero también un ejemplo imborrable de compromiso, dedicación y amor por su comunidad.