Kamala Harris y Donald Trump se lanzan a la conquista de Pensilvania en una competencia electoral sin precedentes. Analistas pronostican un resultado cerrado que podría definir el futuro de EE.UU.
Diario Cibao
En un esfuerzo final para captar votos en un entorno electoral extremadamente disputado, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se presentaron ayer en Pensilvania. Este estado, clave en la batalla por la Casa Blanca, forma parte de los llamados "swing states" o estados oscilantes, que podrían inclinar la balanza en estas elecciones presidenciales decisivas.
Según el analista político Nate Cohn, “nunca ha habido una contienda con encuestas finales tan ajustadas”. Este contexto ha llevado tanto a Harris como a Trump a describir la elección como una batalla crucial para el futuro de Estados Unidos, lo que ha generado gran expectación entre los votantes.
Mientras Trump continuaba con un mensaje centrado en advertencias sobre un futuro incierto, Harris apostaba por la unidad nacional, buscando tranquilizar a una nación polarizada. Los expertos consultados por Adam Nagourney, reportero del Times, analizaron los factores que podrían llevar a cada uno de los candidatos a la victoria, y destacaron que en una elección tan ajustada, cada voto será decisivo.
Con el conteo de votos en marcha, los tiempos de espera para obtener los resultados finales varían entre estados. A través de un interactivo, los votantes pueden seguir en tiempo real el avance del proceso electoral, en lo que promete ser una de las noches electorales más intensas de la historia reciente de Estados Unidos.