Seis médicos han dejado la institución; pacientes recibirían quimioterapia en pasillos y el programa de residencia queda en riesgo grave.
Santiago, República Dominicana — El Instituto Oncológico del Cibao, un centro de referencia para el tratamiento del cáncer en la región norte del país, atraviesa una crisis institucional que ha derivado en la salida de al menos seis médicos y en denuncias públicas sobre prácticas impropias en la atención a pacientes.
El Servicio Nacional de Salud (SNS) salió al paso de las versiones y, en un comunicado oficial, precisó que el instituto “no forma parte de la Red Pública de Servicios de Salud” y que su administración y funcionamiento no dependen de esa entidad. “Esta aclaración se realiza en virtud de las múltiples inquietudes y solicitudes de información recibidas con relación al referido centro asistencial”, afirmó la nota.
Crisis en el Instituto Oncológico del Cibao: Médicos denuncian la pérdida de su misión social
La semana pasada, el diario Listín Diario informó que seis especialistas habían dejado sus puestos en las últimas semanas, salidas que, según versiones recogidas, se habrían producido tras discrepancias con la dirección del centro. Entre quienes se desvincularon figura Manuel Guzmán, quien aseguró haber sido despedido por apoyar denuncias de irregularidades en la institución.
Las quejas que han trascendido incluyen, según testimonios, despidos de médicos por denunciar anomalías, la aplicación de tratamientos de quimioterapia en áreas de emergencia y en pasillos, y la intención de suprimir el programa de residencia médica del instituto. Guzmán, quien se desempeñaba como coordinador de la residencia de cirugía oncológica, denunció que, tras su salida, “el programa quedó en el aire”.
La situación toma mayor gravedad por la naturaleza de las especialidades involucradas: la salida de cuatro cirujanos oncológicos, junto con otros especialistas, compromete la formación práctica de nuevos médicos. Guzmán explicó que, tras su destitución, la dirección del programa de residencia de cirugía oncológica fue asumida por una oncóloga clínica “que posee una especialidad que no está asociada al área de cirugía”, lo que, según especialistas consultados por el medio, dificulta la supervisión y la formación quirúrgica que exige el programa.
Los nombres de los médicos que presentaron su renuncia incluyen, además de Guzmán, a Juan Vila —jefe del servicio de cirugía—, Ariel Osoria (cirujano coloproctólogo), Rafael Gutiérrez, Julio Madera y Johanna Marte, uróloga oncológica. La salida simultánea de estos profesionales ha encendido alarmas entre pacientes y familiares, que temen por la continuidad y la calidad de la atención oncológica en la región.
Hasta el cierre de esta edición no se habían divulgado más detalles sobre las razones administrativas o legales detrás de las desvinculaciones ni sobre investigaciones internas en el instituto. Tampoco hubo pronunciamientos públicos de las autoridades sanitarias regionales distintos al comunicado del SNS. Pacientes y colectivos médicos han solicitado explicaciones claras y medidas que garanticen la seguridad de los tratamientos y la continuidad de los programas de formación.
La crisis del Instituto Oncológico del Cibao pone en evidencia, según analistas consultados, la fragilidad de algunas estructuras privadas de atención especializada cuando confluyen problemas de gobernanza, recursos y supervisión. Para la comunidad oncológica local, el desafío inmediato es asegurar que los pacientes reciban tratamientos adecuados y que los programas de residencia cumplan los estándares que garantizan la formación de futuros especialistas.