Emely Reyes, joven de Moca, sufrió la amputación parcial de su brazo tras una presunta mala práctica médica en el Hospital Toribio Bencosme. Investigan irregularidades en el tratamiento.
Redacción de Diario Cibao
Moca, RD.
Moca.– El caso de Emely Reyes, una joven de 21 años que perdió parte de su brazo por una presunta negligencia médica en el Hospital Toribio Bencosme, ha desatado una ola de indignación en la comunidad de Moca y en todo el país. La gravedad de las irregularidades en su tratamiento ha sido denunciada en redes sociales, concretamente en el canal de YouTube del comunicador Vladimir Jaquez, quien sacó a la luz los detalles de este trágico suceso.
Emely Reyes, estudiante de enfermería, ingresó al hospital por síntomas de gastritis y náuseas. Aunque expresó su rechazo a recibir una inyección, el personal sanitario procedió a canalizarle para medir los gases arteriales. Según lo relatado por Reyes, este procedimiento fue el detonante de una cadena de eventos que la llevaron, días después, a enfrentar la amputación parcial de su brazo.
Poco después de ser sometida a la canalización, Reyes comenzó a experimentar inflamación y manchas extrañas en el brazo afectado. Pese a la evidente gravedad de los síntomas, las autoridades del hospital minimizaron el problema, asegurando que se trataba de una reacción normal. Sin embargo, la situación empeoró, y Reyes fue trasladada de urgencia a un centro médico en Santiago, donde los médicos, ante la gravedad del estado del brazo, optaron por amputar parte de la extremidad para evitar un desenlace fatal.
En una entrevista que ha conmovido a muchos, la joven describió cómo este episodio ha truncado sus aspiraciones y su vida. "Iba a ser enfermera, ahora no sé qué voy a hacer", confesó visiblemente afectada.
A pesar de sus constantes intentos por obtener una explicación clara sobre lo sucedido, las autoridades del Hospital Toribio Bencosme no han dado una respuesta oficial. La familia de Reyes y sus abogados han señalado que se trató de un caso de negligencia evidente, especialmente porque la joven, que sufre de diabetes y era una paciente habitual del hospital, no recibió la atención adecuada ni en las fases iniciales ni durante el agravamiento de su estado.
Este caso ha generado un intenso debate sobre la calidad del sistema de salud en la región y ha dejado en el aire preguntas sobre la responsabilidad del personal médico involucrado. La comunidad sigue esperando respuestas mientras Reyes lidia con las secuelas físicas y emocionales de un episodio que nunca debió ocurrir.