Carretera Maimón-Imbert colapsa parcialmente; vecinos advierten riesgos, exigen reparación y denuncian impacto en salud, transporte escolar y producción agrícola.
Por John Santos
PUERTO PLATA, República Dominicana — Un enorme socavón que se formó en la carretera Puerto Plata–Navarrete ha puesto en peligro la seguridad de cientos de conductores y ha intensificado las denuncias de abandono por parte de comunidades rurales que dependen de esta vía crítica.
El hundimiento, registrado en el tramo Maimón–Imbert, específicamente en el paraje Los Cacaos, provocó el colapso del pavimento en el carril oeste-este. La abertura, de varios metros de profundidad, ha convertido la transitada carretera en un punto de alto riesgo, en especial para motociclistas y choferes de carga que utilizan la ruta a diario.
Ante la ausencia de una intervención oficial, los propios residentes improvisaron una barrera de advertencia: una cinta amarilla colocada al borde del cráter, en un intento por prevenir accidentes fatales.
La situación ha desatado protestas en comunidades como Palo Blanco, Arroyo Ancho, Las Caobas y Tubagua, cuyos residentes denuncian que el deterioro de la carretera principal y de los caminos vecinales está afectando gravemente la vida cotidiana. Con el inicio del año escolar a la vista, los problemas de transporte para estudiantes y docentes se suman a las preocupaciones por la pérdida de productos agrícolas y el acceso limitado a servicios médicos.
“Los vehículos se rompen, los enfermos no pueden salir y la leche se daña antes de llegar al mercado”, declaró Andrés García, representante comunitario de Las Caobas. “Esto ya no es solo una incomodidad: es una emergencia que afecta la economía, la salud y la educación”.
Los moradores atribuyen el colapso de la vía al tránsito constante de camiones pesados, la falta de mantenimiento periódico y las lluvias recientes. Hacen un llamado urgente al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para intervenir el tramo comprendido entre Los Tejadas y La Colorada, antes de que ocurra una tragedia mayor.
La carretera, además de servir como ruta turística entre el norte del país y la costa atlántica, es vital para el transporte de productos agrícolas y lácteos. Sin soluciones concretas a la vista, las comunidades afectadas temen quedar aún más aisladas y olvidadas.
