Diario Cibao
Santiago. – Con la voz quebrada por el dolor, Grisely Paulino clamó justicia por la muerte de su hija, Grismarlin Paulino, una adolescente de 13 años que perdió la vida el pasado viernes tras recibir un disparo de arma de fuego presuntamente realizado por su primo, también menor de edad.
“Ella danzaba en la iglesia, evangelizaba. Yo solo quiero justicia. ¿Por qué no me la hirió en una pierna? Me la mató de un tiro en el cuello”, expresó entre sollozos la madre, aún incrédula ante la tragedia que conmocionó a su familia y al sector El Tamarindo de La Herradura, en esta provincia.
Según relató, horas antes había conversado con su hija, quien le aseguró que no saldría de casa. “Yo no tenía ni dos horas que había hablado con ella. Me dijo: ‘Mami, yo estoy bien’. Y cuando llegué, ya mi niña estaba sin vida”, recordó con profunda tristeza.
Grismarlin cursaba el segundo grado de secundaria en el Liceo Profesor Juan Bosch y era miembro activa de la iglesia cristiana Jesús Hace Milagros, donde participaba como danzora.
“Era una niña tranquila, metida en la iglesia, obediente y dedicada a sus estudios. No se metía con nadie”, expresó su tía Emma Paulino, quien también exigió justicia por el crimen.
Con la voz entrecortada, la tía lamentó: “Inocente, una nieve de gracia, una niña que buscaba de Dios… ¿Por qué le hicieron esto? Pido justicia, que el responsable pague. Ella era una bendición”.
Investigación en curso
El general Juan Bautista Jiménez Reynoso, director regional de la Policía Nacional en Santiago, informó que el arma homicida aún no ha sido localizada, aunque los investigadores continúan trabajando para recuperarla y esclarecer las circunstancias del hecho.
Los restos de Grismarlin Paulino son velados este domingo en su comunidad, en medio de expresiones de dolor y solidaridad. Vecinos, familiares y compañeros de iglesia acompañan a la familia en su despedida, mientras la madre insiste en que el caso no quede impune.
“Solo quiero justicia por mi niña. Ella era una bendición, una niña buena que amaba a Dios. No merecía morir así”, reiteró entre lágrimas.
