Anderson “Andy” Romano murió en un intercambio de disparos; un teniente fue herido mientras desmantelaban motocicleta robada cerca del río.
Por John Santos
LA VEGA, República Dominicana — Un enfrentamiento armado entre agentes de la Policía Nacional y un supuesto integrante de la banda criminal conocida como “La 27” dejó un saldo fatal anoche, cuando Anderson Romano Rodríguez, alias “Andy”, fue abatido en el sector Rancho Viejo, a orillas del río Jimayaco.
Según el informe oficial, Romano Rodríguez, de 28 años, fue sorprendido mientras desmantelaba una motocicleta robada. Al ser confrontado, abrió fuego contra los agentes, desatando un tiroteo en el que resultó herido el primer teniente Juan A. Polonia Moronta. El oficial recibió un disparo en el pecho y fue trasladado de emergencia a un centro médico, donde permanece bajo observación.
Las autoridades señalaron que el occiso tenía un largo historial delictivo, incluyendo cinco registros policiales por robo y dos órdenes de arresto emitidas ese mismo día por presuntos asaltos cometidos recientemente en La Vega. También estaba vinculado al robo de una pasola y efectos personales en la ciudad de Moca.
La operación tuvo lugar en un contexto de creciente preocupación por la actividad de bandas organizadas en la región norte del país, donde las autoridades han intensificado los patrullajes preventivos y los operativos dirigidos contra estructuras criminales. Rancho Viejo, aunque tradicionalmente rural, ha sido señalado por residentes como una zona de paso frecuente para individuos ligados al microtráfico y robo de vehículos.
Varios vecinos dijeron haber escuchado múltiples detonaciones cerca de las 9:00 p.m., seguidas por un fuerte despliegue policial. “Fue como si la guerra se hubiera desatado aquí mismo. Nos tiramos al suelo con los niños”, relató una madre de familia que pidió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Aunque la Policía ha defendido la legalidad del operativo, organizaciones locales han solicitado una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias del enfrentamiento. Algunos defensores de derechos humanos advierten sobre el riesgo de que los protocolos policiales se conviertan en un velo para justificar el uso excesivo de la fuerza.
