San Francisco de Macorís.– La violencia de género en República Dominicana vuelve a cobrar otra vida. Lorenza García Reyes, una mujer de 43 años oriunda de San Francisco de Macorís, fue asesinada por su expareja el pasado 15 de mayo en Santo Domingo Este. Su caso estremece al país y reabre el debate sobre la ineficacia del sistema para proteger a las víctimas.
Lorenza llevaba dos años separada de su agresor. Durante ese tiempo, presentó varias denuncias formales por las amenazas y maltratos constantes que recibía. Sin embargo, pese a los esfuerzos por buscar ayuda a través de los canales legales, las advertencias no fueron suficientes para detener la tragedia. Su muerte, lamentablemente, se suma a la larga lista de feminicidios que cada año enlutan hogares dominicanos.
Este hecho pone en evidencia las deficiencias institucionales en la atención a los casos de violencia de género. Muchas mujeres, como Lorenza, recurren a las autoridades con la esperanza de obtener protección, pero terminan enfrentando un sistema lento, insensible o poco efectivo.
El feminicidio de Lorenza García ha generado indignación entre activistas y organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, quienes exigen una revisión urgente de los protocolos de atención, mayor presupuesto para las unidades especializadas y una cultura de justicia que actúe de forma preventiva y no reactiva.
La historia de Lorenza no debe quedar en el olvido. Su nombre debe recordarnos que, mientras las instituciones sigan fallando, la violencia seguirá cobrando vidas.
