Residentes de Moca y San Francisco de Macorís convocan protestas nocturnas, exigiendo energía estable, tarifas justas y atención gubernamental inmediata.
Por John Santos
Moca, República Dominicana — Con velas, calderos y un creciente malestar, comunidades del Cibao se preparan para desafiar la oscuridad. Tras semanas de intensos apagones, grupos sociales y residentes de Moca, en Espaillat, y de San Francisco de Macorís, en Duarte, han convocado una serie de protestas para exigir la normalización del servicio eléctrico.
El próximo lunes 18 de agosto, a partir de las 7:00 de la noche, la ciudadanía está llamada a unirse a la jornada “A oscuras, pero con dignidad”, una protesta que busca convertir el silencio de los apagones en un estruendo de cacerolas desde cada barrio y comunidad.
“Los apagones se han vuelto insoportables y el costo del servicio eléctrico continúa aumentando sin que se vea una mejora real. Es momento de que el pueblo diga basta”, expresaron los organizadores en su convocatoria, difundida principalmente a través de redes sociales.
El Movimiento Popular Los Peregrinos de Moca, el Frente de Lucha Popular (FALPO), el Frente de Lucha Unidad y Progreso (FLUP) y la Coalición del Cibao lideran la iniciativa, concebida como un acto de resistencia pacífica y simbólica. La oscuridad, aseguran, reflejará el abandono que sienten por parte de las autoridades y las empresas distribuidoras.
En San Francisco de Macorís, la situación es aún más crítica: apagones de hasta 12 horas continuas han dañado electrodomésticos, interrumpido la vida cotidiana y golpeado la economía local. “No se puede trabajar ni vivir así”, dijo un comerciante del centro del municipio, visiblemente exasperado.
Las quejas se multiplican en urbanizaciones, sectores y plataformas digitales, donde el gobierno y la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte) son señalados como responsables del deterioro. Los manifestantes recuerdan que, en años anteriores, la presión social obligó a mejorar el servicio, pero hoy sienten que sus reclamos han quedado en el vacío.
La protesta del lunes no será solo un acto contra los apagones, afirman los convocantes, sino también un grito de dignidad frente a lo que consideran indiferencia oficial.





