Aunque una fuente del Poder Judicial desmiente sustracción de expedientes, el segundo robo en seis meses expone fragilidad institucional y cuestiona medidas de seguridad en el Palacio de Justicia.
SANTIAGO, República Dominicana — El reciente robo en el Despacho Penal del Palacio de Justicia de Santiago ha vuelto a poner bajo la lupa la seguridad en los tribunales dominicanos, en medio de una creciente preocupación pública por la vulnerabilidad de sus instalaciones.
Una fuente del Pòder Judicial negó este martes que se hayan sustraído expedientes judiciales durante el incidente ocurrido la madrugada del lunes. Según la versión oficial, los ladrones lograron acceder al lugar tras desmontar una persiana de cristal y únicamente se llevaron un teléfono celular de uso administrativo.
“Desde hace varios años, nosotros tenemos en el poder judicial un sistema que es totalmente digital. Luego de la pandemia todo se deposita y registra virtualmente”, explicó la fuente, que habló bajo condición de anonimato. Añadió que los documentos físicos que permanecen en el Despacho Penal datan de la década de 1990 y corresponden a casos ya concluidos.
El Palacio de Justicia de Santiago ya había sido escenario de un robo similar hace seis meses, lo que ha elevado las dudas sobre la efectividad de los mecanismos de vigilancia y control. Hasta ahora no se han producido detenciones vinculadas al caso.
El Despacho Penal cumple un papel clave en el engranaje judicial: es la dependencia encargada de generar las notificaciones que posteriormente los alguaciles entregan en los procesos. Su vulneración, aunque aparentemente menor en términos de pérdidas materiales, ha puesto sobre la mesa la fragilidad de una institución que sostiene la legitimidad del sistema judicial en la segunda ciudad más importante del país.
