Autoridades dominicanas frustran traslado ilegal de migrantes hacia Santo Domingo, arrestan al conductor y refuerzan medidas contra tráfico de personas.
Por John Santos
MONTECRISTI, República Dominicana — En una operación nocturna cuidadosamente planificada, unidades de interdicción de la Dirección General de Migración (DGM) detuvieron un camión tipo furgón que transportaba ocultos a cien ciudadanos haitianos indocumentados, en un tramo rural del municipio de Guayubín, provincia Montecristi.
Según informó la institución, la intervención se produjo tras un trabajo coordinado de inteligencia y vigilancia, en el marco de una estrategia de control migratorio que busca frenar la entrada irregular de extranjeros y combatir delitos asociados, como el tráfico de personas. El conductor del vehículo fue arrestado y será procesado judicialmente bajo cargos de trata y tráfico ilícito de migrantes.
Los migrantes, que fueron hallados en condiciones de hacinamiento dentro del furgón, serán procesados de forma individual y conforme a los protocolos establecidos antes de ser deportados a Haití, indicaron las autoridades. La DGM enfatizó que durante el procedimiento se garantizó el respeto de sus derechos fundamentales y se brindó trato humano a todos los detenidos.
El operativo, ejecutado en la localidad de Mata de Santa Cruz, forma parte de un conjunto de acciones intensificadas por el gobierno dominicano para reforzar la seguridad fronteriza y enfrentar las redes de crimen organizado que operan en la región. La institución reiteró su compromiso de aplicar las leyes migratorias con firmeza, pero también con apego a la dignidad de cada persona involucrada.
Fuentes vinculadas a organismos de seguridad indicaron que, en lo que va de año, se han interceptado varios intentos similares de transporte masivo de migrantes, lo que evidencia un patrón de operaciones coordinadas por redes transnacionales. Estas estructuras, afirman, han sofisticado sus métodos para evadir los controles en la frontera noroeste.
Expertos en migración advierten que la creciente presión migratoria en la isla Hispaniola podría intensificarse en los próximos meses, impulsada por la crisis económica y política en Haití. El desafío, aseguran, será mantener un equilibrio entre la aplicación de la ley y la respuesta humanitaria, evitando que la región se convierta en un punto crítico de vulnerabilidad social y de seguridad.
