El fallecimiento de la doctora Lissette Almonte y del joven “Chichí” profundiza la preocupación ciudadana sobre la mortalidad en las carreteras provinciales.
Puerto Plata, República Dominicana.—La provincia de Puerto Plata se estremece nuevamente tras registrar la pérdida de dos vidas en accidentes de tránsito ocurridos en distintos puntos de la región, en medio de un clima de creciente inquietud por la seguridad vial.
La doctora Lissette Almonte, oriunda del sector Los Bordas y trabajadora del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 en Imbert, falleció la noche del miércoles tras permanecer en estado crítico desde el martes. Almonte había sufrido graves heridas en un choque frontal contra una camioneta en la carretera Puerto Plata-Navarrete, a la altura de la entrada de Guzmancito. En el mismo accidente perdió la vida de inmediato David Salomón Minaya, conocido como Guido.
Durante su hospitalización en una clínica privada, familiares y allegados realizaron llamados públicos en busca de sangre tipo O+, en un intento desesperado por prolongar su vida. Pese a los esfuerzos médicos y comunitarios, la profesional no logró sobrevivir.
En un hecho separado, el joven identificado como “Chichí” murió en el Hospital Provincial Ricardo Limardo después de varios días de internamiento. El motociclista había sufrido lesiones críticas en un accidente ocurrido en el distrito municipal de Navas, municipio Los Hidalgos (El Mamey). Según informó el comunicador Aneudy Peralta, “Chichí” pertenecía a las familias Lescaille, Núñez y Bobadilla, reconocidas en esa demarcación.
Las muertes de Almonte y del joven “Chichí” han intensificado la preocupación ciudadana en Puerto Plata, donde la población exige mayor control de las autoridades, campañas de educación vial más efectivas y medidas preventivas que reduzcan la ola de tragedias en las carreteras de la provincia.
En medio de la consternación, líderes comunitarios y organizaciones sociales han comenzado a impulsar iniciativas de concienciación que buscan sensibilizar a los conductores sobre la responsabilidad al volante, subrayando que cada imprudencia en las vías puede traducirse en pérdidas irreparables para familias enteras.
