La joven dominicana venció nieve, lesiones y falta de oxígeno para ondear la bandera nacional en la cima del continente africano.
Por Fabio Hernandez
Jarabacoa, República Dominicana.– Hace tres semanas, la joven Anilssa Vargas, de 31 años, conquistó uno de los mayores retos de su vida: escalar la cima del Monte Kilimanjaro. Con esta hazaña, se convirtió en la séptima mujer dominicana en alcanzar la cumbre y en la primera oriunda de Jarabacoa en lograrlo.
El ascenso no estuvo exento de dificultades. Vargas enfrentó la falta de oxígeno, una tormenta de nieve inesperada y un esguince de tobillo durante el segundo día de la expedición. Aun así, se mantuvo firme, inspirada en la memoria de su abuela fallecida, a quien dedicó silenciosas plegarias en los momentos más duros del trayecto.
Las condiciones fueron extremas: los vientos azotaban con fuerza las carpas en las frías noches de montaña, y el grupo de 18 escaladores necesitó el apoyo de 64 porteadores, quienes hicieron posible cada etapa de la travesía.

Más allá del reto físico y espiritual, la experiencia también incluyó un acto de solidaridad. Vargas y sus compañeros visitaron un orfanato en Tanzania, donde compartieron un partido de fútbol con los niños y conocieron de cerca la dura realidad de comunidades afectadas por la pobreza y la falta de vivienda.
Al llegar a la cumbre del “techo de África”, Anilssa definió el momento como un triunfo que trasciende lo individual: “Me siento profundamente honrada de haber llevado conmigo la bandera de la República Dominicana y, en especial, el nombre de Jarabacoa hasta lo más alto del continente africano”.