Estafa a la Fe: arzobispo De la Rosa y Carpio y sacerdotes suplantados en Santiago por delincuentes de WhatsApp

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Arzobispo De la Rosa y Carpio

En un perturbador incidente que ha sacudido a la comunidad eclesiástica en Santiago, el arzobispo emérito de la ciudad, Ramón Benito de la Rosa y Carpio, ha denunciado ser víctima de suplantación de identidad, junto con varios sacerdotes de la región. Los perpetradores detrás de estos actos han utilizado aplicaciones de mensajería, como WhatsApp, para cometer estafas en nombre de los religiosos.

El arzobispo emérito de Santiago, monseñor de la Rosa y Carpio, informó que una persona desconocida creó una cuenta de WhatsApp falsa en su nombre, con el número 829-868-8058, con el claro propósito de estafar a individuos inocentes. Esta falsa identidad intentó llevar a cabo estafas en las localidades de Higüey y La Romana.

La gravedad de la situación se acentúa al conocer que otros dos sacerdotes de Higüey también han sido víctimas de esta práctica, en la que los delincuentes se hacen pasar por religiosos para obtener beneficios ilícitos.

Ante esta situación, el Ministerio Público ha respondido y se compromete a investigar a fondo estos incidentes. Está previsto que se presente una carta de denuncia en la residencia de monseñor de la Rosa y Carpio en relación con la suplantación de identidad que ha sufrido.

Monseñor de la Rosa y Carpio, enérgicamente, ha alertado a la comunidad a no brindar información ni apoyo a estos estafadores y ha enfatizado que cualquier solicitud debe ser dirigida directamente a él o a sus colaboradores de confianza, cuyas identidades son conocidas públicamente.

El arzobispo emérito sigue utilizando su número de teléfono original, mientras que los malhechores han creado una cuenta falsa con su identidad, causando una gran preocupación entre la feligresía.

El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Carlos Tomas Morel Diplán, ha expresado su condena ante estos lamentables actos y ha destacado la importancia de no permitir que acciones negativas como estas perturben la integridad de la comunidad religiosa. Además, ha confirmado que otros sacerdotes también han sido víctimas de la suplantación de identidad a través de WhatsApp, lo que ha llevado al robo de identidades y solicitudes de dinero.

La suplantación de identidad, en un contexto religioso, es un asunto de suma gravedad que ha generado preocupación tanto en la Iglesia como en las autoridades, quienes trabajan incansablemente para identificar y enjuiciar a los responsables de estos actos ilícitos. La comunidad espera que estas acciones sean investigadas a fondo y que se tomen medidas adecuadas para prevenir futuros incidentes similares.

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