Vivimos una situación difícil a nivel mundial por la pandemia del coronavirus y nuestro país no escapa a esa nueva realidad impuesta por un enemigo invisible que nos obliga a "caminar con los ojos vendados por los precipicios", en medio de un proceso electoral: el jueguito de cada 4 años.
La economía es el sostén de todos, tanto de población civil, como de empresarios y estado. Con las medidas adoptadas por la pandemia hemos descubierto las grandes debilidades que tenemos todos.
Uno de los tanto aspectos, es la gran irresponsabilidad de comportamiento por una parte de la población. La conducta mostrada por muchos requiere un análisis porque algunos hemos cumplido, pero otros no lo han hecho dada su realidad socio-económica.
Para algunos poco importa llegar a las ciudades y vivir hacinados. Solo vasta ver los videos subidos a las redes.
El auge de las drogas ha complicado en gran manera la situación porque el vicio impulsa la delincuencia, un compone grave para la paz y tranquilidad del buen vivir.
Quienes hemos hecho el compromiso de vivir en comunidad donde impere el orden y el respeto llevamos un gran peso sobre los hombros. Qué falta para controlar la situación sociopolítica de nuestro país?
Se juega al quítate tú para ponerme Yo, lo que hace pensar si esa es la solución. Muy lejos de ser la solución de nuestras dificultades.
Tenemos un sistema democrático que funciona con grandes vacíos, donde cada actor debe jugar su rol. De la forma en que funciona el estado dominicano no alcanzará la meta que todos ansiamos. Hay tanto que enderezar que costará grandes esfuerzos y tenemos un gran reto por delante.
La pregunta: dónde están las propuestas de cambios y los actores que las harán?
Tenemos de todo y para todos, abramos caminos a pico y pala.
Por Pedro de la Cruz
