Muchos pretendemos ser los papaupas comunitarios, asistiendo a todas las actividades donde buscamos "lamber las arepas" y al final presumir de líder y dirigente.
Sin embargo, si hacemos una reflexión lo que pretendemos es alzar nuestro ego tirado en el suelo por los golpes de la vida.
Al trillar por el camino del servicio comunitario, se sufre más de lo que se pueden imaginar. Luchar con un sistema político infuncional para nosotros y funcional para los negociantes de la política, es lo que prima en este tiempo.
Hay otros que lamben las arepas sin ningún remordimiento. Parecen salvadores del pueblo, sin embargo buscan aprovecharse de su posición para repartir los recursos del ciudadano.
Y como religiosos que pagan los impuestos desde que se levantan de sus camas, el clientelismo político toma su cuerpo en funcionarios que lo aprovechan al máximo.
La corrupción está al orden del día, más aún en tiempos electorales cuando abundan los recursos destinados a llegar hasta los más desvalidos económicamente. Ese dinero o bien material cae en manos de congresistas que pretenden hacerse vitalicios en las esferas del poder político dominicano.
Cabe decir que nosotros desde los bleachers, comentamos cada jugada y sugerimos al manager a quien traer al bate. Mientras eso va y viene otro esperan el día de las elecciones nacionales para ver si le sale un pica pollo por su voto.
Vaya República Dominicana que nos gastamos.
Por Pedro de la Cruz