Un contrato millonario de alquiler de la OGTIC revela una costosa práctica estatal en la República Dominicana, con miles de millones de pesos destinados a gastos temporales sin beneficio futuro.
Por Pedro de la Cruz
La danza de los millones. En la República Dominicana, se ha desatado una ola de revelaciones sobre gastos ocultos que, hasta hace poco, la población desconocía. Este escándalo pone de relieve una serie de prácticas cuestionables en el estilo de gobernanza actual, en contraste con el discurso de austeridad del expresidente Dr. Joaquín Balaguer, quien, en su época, defendía un manejo cuidadoso de los recursos nacionales. Hoy, sin embargo, parece que esa prudencia se ha desvanecido.
El más reciente escándalo gira en torno a un contrato de alquiler sin precedentes en la historia del país: más de RD$1,400 millones destinados a la Oficina Gubernamental de Tecnologías de la Información y Comunicación (OGTIC), dirigida por el abogado Bartolomé Pujol. ¿Qué se esconde tras esta cifra astronómica? La población queda perpleja al ver una suma tan elevada destinada al alquiler de un inmueble que, en última instancia, no aportará ninguna infraestructura permanente para el Estado dominicano.
De acuerdo con los datos disponibles, el Estado ha gastado más de 10 mil millones de pesos en alquileres durante las últimas décadas. Solo en los últimos dos años, la OGTIC ha firmado contratos que superan los RD$2,700 millones, sugiriendo que el gasto en alquileres es alto y frecuente.
Todo parece indicar que se trata de una práctica recurrente para beneficiar a sectores específicos, mientras se carga a la población con más impuestos.
Que Dios nos encuentre confesados, porque al final de esta fiesta estaremos quebrados.