Ky Baldwin: rompiendo moldes en el rap latino, su talento musical desafía los estándares de la juventud y rescata la esencia de la música en un universo de comunicación moderna.
Vivimos en una era de comunicación, aunque en gran medida ignoramos su verdadero alcance. Es complicado comprender cómo los medios masivos sociales transmiten códigos que influyen sutilmente en nuestros instintos.
Todo comenzó en el apogeo del arte latinoamericano en Nueva York y Puerto Rico, entre los años 1986-1989, cuando empresarios artísticos, músicos, cantantes, emisoras de radio y televisión, e incluso medios escritos, fueron influenciados por individuos que enriquecieron rápidamente su fortuna, dando forma a figuras icónicas que representaban la nueva generación de jóvenes latinoamericanos.
El espectro de la televisión y la radio se llenó de contenido de entretenimiento superficial, dejando poco espacio para guiar a los jóvenes, que anhelaban vivir sin ataduras y alejados de las costumbres de sus padres y abuelos.
Yo, al igual que muchos de mi generación, crecí escuchando las historias de mis padres, tíos, vecinos y amigos, quienes recordaban con nostalgia su juventud. La influencia de la propaganda, la difusión de drogas narcóticas, las fotografías y los videoclips contribuyeron al auge de un "arte" musical alternativo, que incluía el reguetón, el rap, el trap, el hip-hop y la música callejera.
El rap, que surgió en Nueva York en 1985, estaba dominado por artistas de origen puertorriqueño, jamaiquino, estadounidense y dominicano. El éxito internacional de figuras como Vico C y LL Cool James eclipsó a los íconos de la música latina tradicional, como La Fania All Star, Johnny Pacheco y Willys Colón, alterando la percepción de las festividades navideñas y alejándose de los tradicionales merengues de fin de año de artistas como Johnny Ventura, Cuco Valoy y Patrulla 15.
Esta desviación en la sociedad llevó a la creencia de que los artistas debían ser moldeados en lugar de reconocer su innata virtud artística. El valor intrínseco y natural de los artistas se perdió gradualmente, y la juventud empezó a despreciar a los mayores, distanciándose de las celebraciones familiares.
En medio de esta evolución, surgieron jóvenes artistas que buscan desafiar la norma, como el australiano Ky Baldwin. Desde su aparentemente modesto entorno doméstico, quizás su propio dormitorio, Ky Baldwin nos recuerda que la música de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta perdura y sigue enriqueciendo la música contemporánea. Lo bueno no desaparece con el tiempo ni con las nuevas generaciones; se mantiene sólido frente a las tendencias efímeras promovidas por la industria de la comunicación masiva.
Ky Baldwin, inspirado por mentes creativas, nos demuestra que la longevidad de la música de calidad no es un mito. Contrariamente a la errónea percepción de ser un descendiente de los miembros de los Bee Gees, Ky Baldwin se esfuerza por ser autor y productor independiente de covers musicales. Aprovecha la brecha entre lo moral y lo amoral, entre lo artístico y lo comercial, para destacar cómo se puede viralizar a través de YouTube y otras redes sociales, plataformas que no debemos menospreciar, ya que ofrecen oportunidades reales para promocionar nuestro talento artístico en sus diversas formas y géneros.
Se dice que desde los siete años, una edad notablemente temprana para sobresalir, Ky Baldwin, un estudiante de Sydney, Australia, participaba en óperas y obras teatrales comunitarias, incluyendo "Madame Butterfly", "Mary Poppins" y "Love Never Dies". Nació el 10 de abril de 2001, en Australia.
Estamos ante una figura con notables dotes artísticas, muy alejada de la imagen de un joven lleno de ilusiones y sin sustancia. Ky Baldwin, aún siendo joven, pone de manifiesto la crisis en la juventud latinoamericana, que carece de una educación adecuada y una comprensión de lo auténticamente artístico, optando por considerar el género callejero como música. Ky Baldwin se convierte en una lección para los raperos latinos, desafiando estas convenciones. Vídeos de Ky Baldwin.
Ky Baldwin demuestra que, a pesar de su juventud, puede convertirse en una estrella. Una valiosa lección para los raperos latinos.
