Ataques verbales y misoginia en vivo: Comunicadora enfrenta repercusiones tras acusaciones difamatorias contra Alcaldesa María Mercedes Ortiz y mujeres de Salcedo en programa televisivo.
Por Rafael Santos
Han sido indignantes, asqueantes; pero sobre todo perversas y diabólicas las insinuaciones que vertió una de las voces saprófagas, que se hace llamar comunicadora, en un espacio televisivo de Santo Domingo.
Este país no se respeta. Aquí no hay una regulación efectiva que permita que nuestra sociedad se sienta confiada en sus autoridades cuando suceden cosas así.
La señora Claudia Pérez, apodada "La Tora" posiblemente porque contiene más elementos físicos que la que fue creada por Dios en el edénico jardín narrado en el Génesis, ha mancillado el honor de nuestra Alcaldesa de Salcedo, María Mercedes Ortiz Diloné (Mecho), y con ello ha afectado a todas nuestras mujeres mirabalenses.
Esa señora, a quien gracias a Dios no conozco en persona, excepto por lo que escucho de su público morboso y de sus negativos pronunciamientos, parece pensar que tiene el privilegio de la comunicación para atacar a cuantos le plazca.
Para que una persona vierta todas esas vacuencias en contra de otra, especialmente de su propio género, deben existir razones muy poderosas, si es que existen, para propagar tanto veneno en contra de alguien a quien casi seguro estoy de que no conoce.
Considero que tanto esa fulana como los coristas que actuaron como en un circo romano, desempeñando su papel nauseabundo, deberían ser sancionados por la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía. Respecto a esa señora, que no muestra respeto por los demás, dudo mucho que se respete a sí misma. Al menos deberían suspenderla de por vida de los medios audiovisuales.
Además, propongo de manera unánime que todas las entidades que luchan por la defensa y soberanía de la mujer en República Dominicana, junto con los sectores pensantes de Hermanas Mirabal, envíen una carta a la dirección del medio televisivo para que tomen medidas al respecto.
También considero pertinente que la señora Ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, en su rol de funcionaria representante del sector, emita su opinión y se sume al pedido de los mirabalenses heridos hoy frente a las aberrantes acusaciones y perversidad de una mujer cuya inteligencia emocional parece haber desaparecido nueve meses antes de su nacimiento.