Centro Histórico de Santiago: bullicio cultural y comercial amenazado por objetos metálicos en aceras

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La ciudad de Santiago de los Caballeros está colmada de objetos metálicos en las aceras, que deberían estar destinadas al tránsito de personas, lo que constituye un gran riesgo para los peatones, especialmente para las mujeres y los niños.

El Centro Histórico es el centro comercial y colonial de Santiago, donde transitan miles de ciudadanos y transeúntes, creando un bullicio comercial y cultural.

He visto a niños, niñas y adultos caer debido a estos objetos metálicos dejados tras intensas campañas electorales y de publicidad de empresas de la provincia. Este es un problema histórico que ha sido ignorado.

Objetos metálicos en aceras amenazan la vida cultural y comercial del Centro Histórico de Santiago"
Varias personas han sufrido lesiones en los brazos debido a este instrumento, que se encuentra en la esquina de la calle San Luis y Del Sol, tal como se muestra en la imagen.

Las calles históricas como Restauración, 16 de Agosto, Las Carreras, España, Duarte, Mella y la zona de La Rotonda del Barrio Libertad, un área icónica de la Región del Cibao (norte del país) y las calles que le son intestinas, están llenas de pilares hechos de perfiles de acero inoxidable.

Estoy preocupado por las inquietudes externadas por la población que usa los espacios destinados al tránsito peatonal y libre movimiento de personas, de acuerdo con nuestra Constitución. La libertad es inherente al ser humano y a los animales en todas sus formas.

Me sentí muy mal al ver a una niña tropezar y caer en plena calle Restauración, en la esquina de España, con un objeto de acero inoxidable que en su momento útil era la base de un parquímetro. Más adelante, al tomar la foto de ese obstáculo, también casi caigo al tropezar.

Hay un problema en las autoridades edilicias, no solo la actual, que han prestado poca o ninguna atención a la seguridad del tránsito peatonal en la ciudad. En el cuadrante ocupado por las calles España, Duarte, Beller y Restauración, el problema es crítico.

Además, los constantes desprendimientos de objetos de madera y metales de los techos que caen sobre el área destinada al tránsito de personas se suman a este problema. En las calles Sully Bonnelly, Benito Monción y en las llamadas "zonas Oscuras", el problema es recurrente.

La gente se cansa de esta situación. No se necesita legislar, ya que la acera es una vía pública destinada exclusivamente para el uso de peatones. La Ley No. 6317, DE MOVILIDAD, TRANSPORTE TERRESTRE, TRÁNSITO, en el Capítulo 1, de Las Vías Públicas, Título IV DEL TRÁNSITO Y LA SEGURIDAD VIAL, establece en su Artículo 129 y siguientes: Art. 129.-Cambio de uso de las vías públicas. Ninguna persona física o pública o privada podrá hacer cambios en las vías públicas que afecten el desenvolvimiento del tránsito.

La colocación de letreros sobre las aceras afecta de hecho la libre circulación y, por supuesto, la seguridad del peatón. Las leyes que rigen el tránsito vehicular y peatonal establecen normativas y encargan para su ejecución al INTRANT y a la Alcaldía, en coordinación, donde se presenten alteraciones de esa índole y Se deben tomar medidas que promuevan el uso adecuado y seguro del espacio destinado al tránsito peatonal. Atravesar objetos empotrados en la acera viola el elemental derecho ciudadano de usar ese espacio público de manera libre y segura, sin ser molestado por autoridad alguna, en su espacio legal de tránsito, excepto en caso de delitos que requieran la privación inmediata de la libertad de tránsito.

Las autoridades edilicias, no solo la actual, han prestado poca o ninguna atención a la seguridad del tránsito peatonal en la primera ciudad de Santiago de los Caballeros en el nuevo continente, especialmente en el cuadrante ocupado por las calles España, Duarte, Beller y Restauración, donde el asunto es crítico.

A los constantes desprendimientos de objetos de madera y metales de techo que caen sobre el área destinada al tránsito de personas se suma el hecho de que en las calles Sully Bonnelly, Benito Monción y en las zonas poco transitadas, el problema es recurrente. Por esa razón, muchas veces es "zona oscura".

La gente está cansada de andar por las mismas calles esquivando los metálicos objetos que fueron colocados para la instalación de letreros de campaña política, comerciales y para los parquímetros que se instalaron hace años. En una de las villas más antiguas de América, la gente anda con más cuidado de no caerse al tropezar en la acera que de ser atracado.

Al tomar fotos de estos objetos, se nos acercaron vendedores que abundan en las aceras, testigos fieles de episodios vergonzosos ocurridos en los espacios para el tránsito peatonal del Centro Histórico y de las avenidas principales, como la 27 de Febrero, en el área de la antigua "rotonda del Barrio Libertad", toda la Avenida Salvador Estrella Sadhalá, Avenida Mirador del Yaque, Centro Comercial de Gurabito y áreas adyacentes al Estadio Cibao, Arena del Cibao Dr. Gobaira, el área de la antigua rotonda de "la fuente", en la intersección de las avenidas Salvador Estrella Sadhalá con Mirador del Yaque, entre otros.

Las autoridades edilicias tienen normadas por resolución los lugares y las formas donde pueden colocarse las propagandas políticas y comerciales, definitivas o temporales, el periodo de tiempo y qué hacer al desmantelarlas. Sin embargo, nada se cumple. Nunca se ha cumplido. Pero sobre esa ordenanza se encuentran los derechos inalienables de los peatones al libre tránsito por las áreas destinadas a la movilidad humana, los cuales también se violan al colocar una enorme cantidad de vendedores y vendedoras, la mayoría de ellos de nacionalidad del vecino país, que obstruyen el libre tránsito colocando enormes bandejas con sus productos, precisamente en el área destinada a cruzar las intersecciones del casco urbano, aupados por dominicanos que, aunque en menor proporción, también ejercen de expendedores de productos diversos. 

El comercio local agoniza.

Claro que sí. Estos vendedores no son ambulantes ni pregoneros, sino comerciantes estacionados por los opulentos comerciantes de la vecina nación. Los estacionan precisamente en las puertas de entrada de los comercios que pagan sus impuestos y cuentan con personal calificado para los servicios. Estos comerciantes cotizan ante el sistema de seguridad social y de riesgos, y depositan una cantidad de dinero en la colecturía local de Impuestos Internos. Pagan RNC, Registro Mercantil y contribuyen con el desarrollo de la ciudad.

Nuestras empresas mercantiles pagan servicios de recogida de basuras. Los ambulantes extranjeros no tributan y actúan en detrimento de la actividad comercial local.

Es muy deprimente tener que “tirarse” a plena calle por la falta de espacio o interrupción de éste, para transitar, específicamente en derredor de la súper tienda La Sirena, el Mercado Municipal Modelo, el área de las calles Beller y España, cerca de la Tienda Dennys. Es un caos. No existe Ley ni autoridad municipal. La Gobernadora Provincial, Rosa Santos, nada puede hacer al respecto, ya que la autoridad competente responde al área edilicia.

Nada político.

La simple objeción a las actividades de quienes gobiernan o son los encargados de aplicar leyes, resoluciones y disposiciones administrativas, se ve como un objetivo político. Es la forma más aplicable para desacreditar. La verdad no responde a objetivos.

Abel Martínez, nuestro alcalde.

Santiago de los Caballeros ha crecido. Su espectacular crecimiento viene de una ardua planificación de las normas y construcciones, desde el gran Síndico, Dr. Gobaira, hasta la fecha. Todos han planificado la vida cotidiana de los ciudadanos y transeúntes. Con sus aserciones y fallas, sobretodo, ha existido el espíritu de desarrollo de la edilicia y culta Santiago y sus anexidades.

Desde el antiguo Jacagua, siempre culta y siempre al frente; la histórica barriada de Los Pepines y Pueblo Nuevo, La Joya, Nibaje, Baracoa y el área de los "come burros", la hidalga siempre ha procurado el paso libre de Las Marchantas de Jacagua y Las Ciénagas, de los "lechones", rivales o no, el espacio indispensable para celebrar nuestra Independencia Nacional, como el Parque Plaza Valerio, ir de noche a ver películas (históricas) en los antiguos y hoy inexistentes salas de cine de los Circuitos Cinematográficos Cine Lama (CCC) y Cine Mariza (Cines Doble, Cine Doble Las Colinas), y demás lugares emblemáticos que los ciudadanos frecuentamos de manera libérrima.

Sin desdeñar las actividades de nuestra Alcaldía, podemos decir que están enfocadas en el buen funcionamiento de las actividades culturales, turísticas, comerciales y sociales, así como en procurar la libre y moderada circulación de sus actores. Sin embargo, Santiago de los Caballeros necesita atención. Patrimonio Cultural no está haciendo absolutamente nada para frenar la ocupación y legalización por parte de desaprensivos de inmuebles que datan de hace más de 200 años. Esto ocurre desde la plaza del Monumento a los Héroes de la Restauración hasta la barriada icónica de Pueblo Nuevo. Además, a pesar de que ha sido denunciado, las autoridades no están tomando medidas acordes para proteger el patrimonio, como la tumba del dictador que está sepultado en nuestra Catedral o la escultura de Juan Pablo Duarte en el parque homónimo, que parece estar mirando hacia un retrete.

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