Reunión urgente en el Palacio Nacional: se tambalea la Ley Mordaza

0
Palacio Nacional. Fuente externa.

Desde el Palacio hasta Blue Mall, se movieron fichas en silencio, pero el mensaje de Washington fue claro: al que quiera callar al pueblo, se le apaga el pasaporte.

Por La Confidente

La Confidente lo supo antes de que cayera la noche. A veces basta con una mirada nerviosa en el ascensor del Palacio, un mensaje que se borra solo, o un camarero que escucha más de la cuenta en una mesa del Blue Mall. Esta vez, fueron dos reuniones discretas, como quien trama un entierro sin cuerpo presente.

Una, allá arriba, donde las decisiones pesan más que la conciencia: en el Palacio Nacional. La otra, envuelta en perfumes caros y trajes a la medida, en uno de los salones bien escondidos de Blue Mall. A ambas las unía un solo miedo: la visa americana.

“No es momento de levantar polvo, compai… mejor recogé y poné cara de que to’ ta bien” —le susurró un asesor a un diputado, luego de que se hiciera público el misil diplomático lanzado por el secretario Marco Rubio desde el Departamento de Estado de EE.UU.

Ese misil no hizo ruido al caer, pero cuando impactó… ¡ay, mi madre! Hasta los más guapos del Congreso buscaron asiento y se tragaron la lengua. Rubio dejó claro que vendrán restricciones de visas para todo aquel funcionario extranjero que se meta con la libertad de expresión de ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos. Y sí, aquí también aplican.

En el Palacio, los autores intelectuales de la ya apodada Ley Mordaza —esa que nació para callar voces incómodas en YouTube, Facebook y TikTok—, se vieron obligados a echar pa’trás como el cangrejo. Se sentaron con abogados, asesores y algún que otro “experto” de última hora, buscando cómo disfrazar la ley que ya olía a muerto.

Mientras tanto, en el Blue Mall, los popes de los medios tradicionales—televisión, prensa y radio—afilaron argumentos y bajaron la cabeza. No por miedo, no. Es que muchos de ellos le deben más al gobierno que a su propia audiencia. Las millonarias pautas publicitarias que reciben no son de a gratis, y el respaldo a esa ley venía con factura política.

Pero La Confidente lo sabe: “El que le teme a la verdad, vive huyendo hasta de su sombra.”

Y es que en los últimos años, los medios de siempre han ido perdiendo terreno frente a los influencers y creadores digitales, gente sin padrinos ni ataduras, que desde un celular levantan más polvo que mil primeras planas. Muchos de ellos conectan con un pueblo que ya no quiere que le cuenten cuentos, sino que le hablen claro.

El zumbido en los pasillos del Congreso cambió. Donde antes se hablaba con voz firme de “controlar el discurso”, ahora se murmura sobre “salvar el pellejo”. Porque nadie quiere amanecer un lunes con la visa revocada, el pasaporte marcado y el celular sonando con llamadas que mejor no atender.

Y así, mientras unos se escudan en el silencio, y otros cruzan dedos esperando que esto pase sin escándalos, la Ley Mordaza fue metida en una caja de pino, sin misa ni flores. El entierro será en privado. Pero tú, que lees estas líneas, ya sabes quién firmó el acta de defunción.

Con sigilo, desde donde nadie me ve pero saben que existo, se despide tu Confidente. 🖋️


LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here