Vecinos del Distrito Nacional retoman los cacerolazos, exigiendo al gobierno de Luis Abinader reconsiderar el proyecto de Modernización Fiscal. La manifestación se escuchó en varios puntos de la capital.
El sonido de las cacerolas volvió a resonar en los hogares del Distrito Nacional, reviviendo una forma de protesta que ya había marcado un precedente en la República Dominicana. Este domingo por la noche, los cacerolazos fueron el eco de la disconformidad de sectores que rechazan el proyecto de Modernización Fiscal, presentado por el gobierno de Luis Abinader ante el Congreso Nacional.
En barrios como Piantini, Bella Vista, Naco, Evaristo Morales, La Esperilla y Gascue, así como en otros puntos del centro de la capital, los residentes salieron a sus balcones entre las 20:00 y las 20:15 horas para hacer sonar sus cacerolas. En algunas zonas, el ruido se extendió por más de 200 metros. Incluso, una pareja recorrió las calles en su vehículo tocando una olla, sumándose a la protesta. La manifestación llegó a áreas cercanas a la residencia de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña.
Esta es la primera vez desde 2020 que los cacerolazos se utilizan como arma de protesta contra el gobierno. En aquel entonces, estas manifestaciones sirvieron para expresar el descontento hacia el expresidente Danilo Medina, a quien se culpaba por la suspensión de las elecciones municipales de febrero de ese año. Curiosamente, muchos de los que hoy ocupan cargos en el gobierno participaron activamente en esos cacerolazos.
El llamado a la protesta se organizó a través de redes sociales y busca presionar al presidente Abinader para que reconsidere su propuesta de reforma fiscal, iniciando un diálogo con los sectores afectados. En los últimos días, se han realizado marchas en Santiago y frente al Congreso Nacional, donde se estudia el proyecto de ley que podría ser aprobado en las próximas semanas.
La reforma fiscal
El proyecto de Ley de Modernización Fiscal, actualmente en la Cámara de Diputados, comenzará su estudio esta semana. Con esta iniciativa, el gobierno pretende recaudar más de 122,000 millones de pesos dominicanos, que se destinarán a la mejora del transporte, el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, la salud pública y la modernización del sistema eléctrico.
Según la propuesta, la recaudación adicional es necesaria para atender la creciente demanda de servicios esenciales, entre los que destacan la seguridad, la atención primaria de salud y la transformación de la Policía Nacional. La discusión del proyecto ya ha generado intensos debates y movilizaciones, con sectores que reclaman mayor diálogo y consenso antes de su aprobación.