La Vega.- Tras un año sin las fiestas de carnaval debido a la pandemia, la magia de los diablos cojuelos, las vejigas y la música volverán a llenar de colores las calles de La Vega, pero con menor brillo e innovación que en años anteriores debido a la austeridad de los artesanos como consecuencia de la crisis económica.
Aunque con ánimo y esperanza de volver a ver los diablos desfilar por las calles de La Vega, la parálisis económica durante la pandemia, la falta de recursos y la apresurada decisión a realizar el carnaval vegano obliga a los artesanos a trabajar a pasos acelerados y con austeridad.
“Variedades hay poca este año porque por la pandemia los grupos mandaron a parar los trabajos y mandaron hacer otro trabajo diferente a poquito más tradicional por el costo de la careta y el tiempo que no da para fabricar” dijo Mariano Marte, diseñador de caretas.
Mientras que Ángel Jorge diseñador de trajes, dijo que se va a usar mucho trajes usados de años anteriores, pero hay gente que se va a disfrazar de róbala gallina, otro personaje de película porque es un traje que se hace mucho más rápido que uno de diablo cojuelo.
Con más de 30 años en la confección de trajes, Ángel Fidelio Jorge está entusiasmado, al insistir que lo importante es que, pese a los obstáculos económicos, no se rompe la tradición cultural.
“Es importante que el carnaval viva, no ha muerto el carnaval y que La Vega tenga un fin de semana fuerte de carnaval para que el país sepa que el carnaval de La Vega no se va, se queda”, señaló Jorge.