La degradación, un manifiesto causado por las grietas eternas en la Educación

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La afirmación de que los estudiantes no aprenden ni siquiera lo básico es una conjetura que se ha conocido desde hace más de 20 años, lo cual demuestra un rezago en el tiempo y ha ocasionado la formación de graves problemas en nuestra sociedad, como los antivalores, la incapacidad para razonar de manera crítica y la debilidad en el conocimiento.

Sin lugar a dudas, en esta sociedad de la información y el conocimiento, hay una mayor abundancia de información que de conocimiento.

Esto es un testimonio que confirmamos a diario y que debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, a menudo nos quedamos solo en declaraciones y no tomamos medidas concretas.

Ha sonado el timbre, y ha sonado fuerte, pero todavía falta el entusiasmo para regresar al aula. ¡Algo está pasando! ¿Acaso se agotó el modelo y no nos informaron en Alofoke Radio?

Durante mucho tiempo, los procesos cognitivos han sido implementados de manera vertical y repetitiva, lo que impide que los adolescentes puedan construir su propio juicio, conceptualizar o realizar análisis de cualquier tipo. Esto se agrava aún más por la sobrecarga de información a la que están expuestos.

Es como llevar a nuestros soldados a un campo minado sin advertencia ni protección alguna. Además, aún contamos con métodos pedagógicos obsoletos que no reconocen que nuestros jóvenes son nativos digitales y tienen dificultades para comprender los enfoques analógicos.

Es hora de examinar la neuroeducación como un proceso de enseñanza y aprendizaje desde una perspectiva holística y aprovechar la era digital y el mundo tecnológico que rodea a los adolescentes para que puedan beneficiarse, tanto ellos como la nación.

Los estudiantes deben tener una visión clara de cómo lo aprendido les será útil en el futuro, de manera que puedan enfrentar los desafíos que se presentan fuera del ámbito escolar. Por esta razón, debemos buscar a aquellos estudiantes con potencial, aquellos que tienen deseos de superación y desean servir a su país.

Una vez que se encienda esta chispa de ilusión, no habrá duda de que otros seguirán y apoyarán a estos verdaderos líderes de opinión. Para lograr este objetivo, es necesario contar con una planificación y evitar actuar sin rumbo, como un paracaidista sin paracaídas.

Debemos comprender el panorama educativo y la visión que se desea desarrollar. Ya no se necesitan sombrillas amarillas, hay recursos en abundancia. Ahora es el momento de fomentar el pensamiento crítico en los estudiantes y prepararlos para enfrentar un futuro desafiante que siempre amenaza con la decadencia.

Para ti, estudiante: "Usted puede convertirse en lo que quiera. Usted, que está vivo, elija sabiamente su camino". Frase de la película "El último vagón".

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