Entre libros y papeles: librerías de Santiago apuestan por diversificar su negocio para sobrevivir al desarrollo tecnológico

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En Santiago de los Caballeros muchas librerías luchan por sobrevivir ante las disminución de las ventas y la entrada de las nuevas tecnologías en el mundo de las letras y las escuelas.

Por Carla Caisa Moreno Rochi

Con el desarrollo de la tecnología, las facilidades de conseguir informaciones en internet o libros digitales aumentan diariamente, obligando a que las librerías se transformen o diversifiquen sus ventas.  Los materiales didácticos reemplazan los libreros, convirtiéndolos en artículos de papelería. Solo se mantienen aquellas que se adaptan a los cambios.

En Santiago, muchas librerías han cerrado debido a las bajas ventas de los libros, este es el caso de Librería Santiago y Librería Petra que se enfocaban exclusivamente en la venta de libros. En cambio, las que incluyen otra variedad de artículos y mercancía continúan siguen operando. 

Lendoiro, una de las primeras librerías de esta ciudad, abrió sus puertas en 1971. En sus inicios, la venta de los libros era su única misión, pero con el paso del tiempo y disminución de las ventas han optado por extender su mercado a otras áreas más rentables, entre ellas artículos de limpieza. 

Libreria Lendoiro

Rafael De León, encargado de la librería, explica que en los últimos años las ventas de los libros han mermado a causa del avance tecnológico.

“Las personas no se preocupan por leer, prefieren emplear su tiempo en otro tipo de entretenimiento, además, para que las librerías puedan seguir trabajando deben incluir la venta de otros tipos de materiales, ya sean didácticos o de papelería, porque si se enfocan solo en las ventas de los libros, no pudieran seguir abiertas” comentó.

La librería La Económica, ubicada en el centro de la ciudad, forma parte de una cultura familiar que inició en 1978. Sonia Rodríguez hija del dueño, tiene una visión distinta en cuanto a la demanda de los libros, ya que se enfocan vender libros, artículos y materiales educativos orientados hacia niños con discapacidad; dando como resultado el aumento de sus ventas.

Para Sonia, el desarrollo del internet no ha impactado negativamente porque los libros de superación y empoderamiento, siguen siendo de interés para muchos jóvenes.

“Aún existen personas que se interesan por los libros físicos y no están acostumbrados a los digitales”, expresó.

Otras librerías distintivas de la ciudad y reconocidas popularmente apoyan, reconocen y comparten la necesidad de expandirse a otras áreas, que se relacionen a los libros o simplemente sirvan como complemento en sus ventas, para continuar con el negocio.  

Las grandes librerías como Cuesta libros, no han sentido el descenso en sus ventas, por el contrario, ha ido en aumento luego de la pandemia por el covid-19, esto gracias a la implementación de nuevas herramientas, como la venta a través de página web. 

Gran parte de las librerías en Santiago venden materiales didácticos. Algunas se distinguen más por la gran variedad de estos artículos y pocos libros en sus estanterías, no cuentan con salas de lectura al público o programas que incentiven a la misma y tampoco son regularizadas por algún gremio o asociación.

La época en que más se venden libros son los periodos escolares y los libros de textos son los que más mantienen sus ventas durante todo el año.

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