Elon Musk dejará aisladas las tropas ucranianas en el frente

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Por si el culebrón de Twitter no fuera suficiente, Elon Musk se está metiendo ahora en otro delicado cenagal a costa de los satélites Starlink que conectan a internet a las tropas ucranianas en el frente.

El fundador de Tesla y SpaceX asegura en documentos enviados hace un mes al Pentágono y obtenidos ahora por la CNN que ya no puede seguir pagando los kits de conexión donados a Ucrania hasta ahora.

O el Pentágono se ocupa del coste, o las tropas dejarán de tener conexión en mitad del combate, sin poder comunicarse entre sí. La decisión llega solo días después del escándalo que levantaron sus tuits con una propuesta de plan de paz que suponía, entre otras cosas, ceder territorios ucranianos a Rusia.

La ocurrencia de Musk, que incluía aspectos como que Crimea siguiera siendo "formalmente parte de Rusia" mientras Ucrania debía permanecer neutral, indignó a los ucranianos, desde Volodímir Zelenski al embajador de Ucrania en Alemania, Andrij Melnyk, que fue el más explícito.

 "Que te jodan es mi respuesta diplomática", le espetó. Ahora Musk, justo después de conocerse que dejará de pagar por los kits de conexión de Starlink en Ucrania si el Pentágono no corre con el gasto, le ha devuelto el dardo: "Simplemente estamos siguiendo tu recomendación".

Los kits de Starlink se han convertido en una pieza fundamental para las tropas ucranianas. Sin ellos no podrían conectarse a internet ni comunicarse entre sí en el frente.

Ucrania depende ahora tanto de estos aparatos que los recientes cortes en su funcionamiento han sido descritos por soldados y funcionarios ucranianos como "catastróficos", ya que se han dado durante incursiones en el frente o batallas en corto rango, desatando el pánico entre las unidades implicadas.

En concreto, estos cortes se habrían dado en las regiones clave de la contraofensiva ucraniana, Jersón y Zaporiyia en el sur, y Donetsk y Lugansk al este. Es decir, muchos kits dejan de funcionar en cuanto se pasa al territorio conquistado por Rusia.

Estos extraños cortes en el funcionamiento de los kits han dado lugar a todo tipo de hipótesis y coinciden con un giro en la retórica de Musk que algunos describen como un acercamiento a la postura 'prorrusa', alimentado por la polémica de su encuesta en Twitter sobre cómo solucionar el conflicto. El asunto ha llegado incluso al Parlamento británico, donde el político Chris Bryant se ha preguntado si llegará un momento en el que haya que imponer sanciones a Musk por el "doble juego" que parece estar llevando a cabo en Ucrania.

La cuestión de quién paga ahora por los kits de conexión está en el centro de la polémica. La gran mayoría de los 25.000 aparatos que han llegado a Ucrania han sido abonados y donados por diferentes gobiernos, principalmente EEUU y Polonia. Según la propia información entregada por SpaceX al Pentágono, el 85% de los aparatos los habrían adquirido y cedido gratis estos dos países.

Eso es solo una parte, luego hay que costear el servicio de conexión, del cual se habrían hecho cargo los gobiernos hasta en un 30% y que cuesta unos 4.500 dólares al mes en total por sistema.

Musk asegura que ofrecer el servicio de conexión le ha supuesto ya a SpaceX desembolsar unos 80 millones de dólares, cifra que superaría los 100 millones a finales de año. 

Ahora el magnate ha dicho basta y no quiere pagar un dólar más. Una de las conclusiones de todo este entuerto, como señala Gillian Tett en el FT, es lo peligroso que es depender digitalmente de una sola empresa o multimillonario. Y, si ese millonario se llama Elon Musk, el riesgo es inmanejable.

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