Hoy jueves 13 de enero se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un
padecimiento o trastorno emocional que se ha propagado grandemente afectando a más de
300 millones de personas en el mundo, tanto a cristianos como a no cristianos, siendo
considerada como la primera causa mundial de discapacidad.
Quienes sufren de depresión pueden experimentar intensos sentimientos de tristeza, ira,
desesperanza, fatiga y una variedad de otros síntomas.
Pueden empezar a sentirse inútiles y aún pensar en el suicidio, perdiendo interés en cosas y
personas con las que antes disfrutaban. Hay aislamiento, trastornos del sueño y del apetito,
falta de concentración y sensación de cansancio.
Con frecuencia la depresión es provocada por las circunstancias de la vida, tales como la
muerte de un ser querido, situación laboral o desempleo. Pérdida o enfermedad de un ser
querido o mascota y conflictos familiares, divorcios, separaciones, problemas psicológicos
debido a baja autoestima y por problemas económicos.
Cualquier persona con una enfermedad maniaco depresiva o trastorno bipolar o psicótica
(depresión acompañada de alucinaciones o delirios) o con pensamientos suicidas, necesita
ayuda psiquiátrica inmediata.
¿Cómo prevenir y superar la depresión? ¡Exprésate! Siempre es importante buscar
información y ayuda psicológica, y espiritual
Adopta hábitos de vida saludables, mediante una alimentación balanceada, evitando el
consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes, hacer actividad física y no fumar.
Hay que mantener una actitud firme ante las dificultades y contratiempos, procurando ejercer
el control sobre nuestras emociones y evaluando de manera objetiva las situaciones. Participa
en grupos de apoyo o en actividades deportivas, recreativas o terapéuticas.
Cualquier persona es susceptible a pasar por un episodio depresivo, el cual puede ser
imperceptible en la mayoría de los casos.
En muchos círculos cristianos existe la creencia de que es imposible para un verdadero
creyente deprimirse a menos que esté en pecado, tenga falta de fe o falta de conocimiento
bíblico.
Sin embargo algunos siervos de Dios tuvieron emociones negativas. Ana se sintió “amargada
de alma”, (1Samuel 1:10). Y en cierta ocasión, el profeta Elías se angustió tanto que le pidió a
Dios que le quitara la vida (1 Reyes 19:4).
Un estudio de la Palabra demuestra que varios profetas se deprimieron. Algunos por su propio
pecado (como David), y otros por el pecado del pueblo (como Moisés).
Jeremías se deprimió porque el Señor le reveló lo que le pasaría al pueblo judío… ¡se deprimió
porque conoció la realidad!
Al decir que todos los pacientes deprimidos lo están por haber pecado, estamos haciendo
mucho daño en los que están deprimidos por razones médicas.
Estas personas terminan sintiendo los síntomas típicos de la depresión y además la
culpabilidad por “haber pecado”, cuando muchas veces no lo han hecho.
Generalizar de esta manera convierte a los acusadores en personas como los amigos de Job,
quienes dieron consejos y explicaciones sin entender completamente la situación.
La biblia nos dice que estemos llenos de gozo y alabanza (Filipenses 4:4; Romanos 15:11), así
que aparentemente Dios propone que vivamos vidas con gozo.
Esto no es fácil para alguien que atraviesa por una situación depresiva, pero ésta puede
mejorar a través de los dones de Dios en la oración, estudios bíblicos y su aplicación, grupos de
apoyo, compañerismo con otros creyentes, confesión, perdón y consejería.
Los sentimientos de depresión con frecuencia pueden resolverse cuando el que sufre quita la
atención de sí mismo y la pone en Cristo y los demás.