Monseñor Morel Diplán preside la ceremonia del Jueves Santo, recordando la humildad de Jesús ante decenas de fieles.
Anoche, en la majestuosa Catedral Inmaculada Concepción de La Vega, República Dominicana, el obispo administrador de la Diócesis, Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, encabezó la solemne celebración del Lavatorio de los Pies, marcando el Jueves Santo con un recordatorio de humildad y servicio.
Decenas de devotos provenientes de diversas parroquias de la provincia de La Vega se congregaron, como es tradición en esta época del año, para participar en esta conmemoración tan significativa para la fe cristiana.
El ritual del lavatorio de los pies, arraigado en la narrativa bíblica, representa la humildad y la sencillez personificadas por Jesucristo, quien, a pesar de ser reconocido como el hijo de Dios, se humilló lavando los pies de sus discípulos. Monseñor Morel Diplán, durante la liturgia, destacó la importancia de seguir el ejemplo de Jesús, instando a los presentes a no considerarse superiores a los demás, sino a servir humildemente a sus semejantes.
En un mundo donde la vanidad y la arrogancia a menudo prevalecen, esta ceremonia ofrece una poderosa lección de modestia y entrega, recordando a los fieles la importancia de mantenerse humildes y compasivos en sus acciones y actitudes diarias.
