La avería paralizó servicios médicos y generó preocupación; autoridades esperan reactivar completamente el centro con apoyo del Servicio Nacional.
SANTIAGO, República Dominicana — Tras semanas de interrupciones en los servicios médicos debido a una falla interna en el sistema eléctrico, el Hospital Presidente Estrella Ureña de Santiago ha comenzado la instalación de un nuevo transformador, con el objetivo de restablecer por completo su operatividad.
El doctor Miguel Ortega, director del centro de salud, confirmó que los trabajos para instalar el nuevo equipo comenzaron el pasado domingo y avanzan con celeridad. El transformador sustituye al sistema averiado que había comprometido parte del funcionamiento del hospital, uno de los más importantes de la región norte del país.
“Si Dios nos lo permite, hoy nosotros tenemos el transformador ya instalado”, declaró el doctor Ortega, visiblemente optimista ante la posibilidad de reanudar los servicios de forma estable.
Aunque el hospital recibió apoyo del Servicio Nacional de Salud (SNS), que envió dos plantas eléctricas para mantener operativas áreas críticas como la maternidad, el calor generado por la falta de energía obligó a suspender ciertos procedimientos médicos. “El cuerpo médico y hasta los familiares no podían permanecer en el centro con ese nivel de calor”, explicó el director.
Ortega aseguró que la interrupción no dejó consecuencias mayores y que se mantuvo una respuesta rápida ante cada incidencia. No obstante, la comunidad médica y los pacientes expresaron preocupación por la duración del fallo, que afectó la continuidad de la atención en un centro que sirve a miles de personas.
Se espera que una vez culminada la instalación y validación técnica —proceso que requiere la inspección final por parte del SNS— el transformador pueda conectar sin contratiempos con la red eléctrica externa.
“Falta que el ingeniero encargado venga y me diga que todo está bien para entregarlo. Siempre el SNS nos manda un inspector en estas circunstancias”, concluyó el director.
El caso pone en evidencia la fragilidad de la infraestructura eléctrica en centros de salud dominicanos y la necesidad de establecer planes de contingencia más robustos, especialmente en contextos de alta demanda médica.