Defensa Civil confirma la recuperación de los cadáveres mientras las autoridades investigan las circunstancias que rodearon el trágico suceso ocurrido el sábado.
Por John Santos
La calma habitual en la provincia Sánchez Ramírez se quebró el pasado sábado con la noticia del hallazgo de los cuerpos de dos menores de edad que habían caído a las aguas de la presa de Hatillo. El subdirector de la Defensa Civil, Bernardo Rodríguez, confirmó la recuperación de los cadáveres en una operación que mantuvo en vilo a familiares y vecinos durante horas.
“Defensa Civil estuvo apoyando hasta el nivel de la recuperación de los cuerpos”, explicó Rodríguez, al señalar que los restos fueron entregados inmediatamente a sus familiares, visiblemente conmocionados por la tragedia.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado la identidad de las víctimas ni las circunstancias exactas que rodearon el accidente. Lo que sí se ha confirmado es que se ha iniciado una investigación formal para esclarecer qué ocurrió y si existieron factores de negligencia o ausencia de medidas de seguridad en el área.
La presa de Hatillo, considerada la más grande del Caribe, es un punto de referencia para actividades recreativas y pesqueras en la zona, pero también ha sido escenario de varios incidentes fatales a lo largo de los años.
Vecinos de Cotuí y comunidades cercanas expresaron su pesar por la tragedia, al tiempo que reclamaron mayor supervisión en torno al embalse, señalando que la falta de vigilancia convierte la zona en un espacio vulnerable para los visitantes.
El suceso reaviva el debate sobre la seguridad en entornos acuáticos de uso público en República Dominicana, donde los controles suelen ser insuficientes y la prevención queda en manos de la responsabilidad individual.
Especialistas en gestión de riesgos han advertido en repetidas ocasiones que la combinación de turismo local y escasas medidas preventivas convierte a estos lugares en escenarios propensos a tragedias evitables.