Dirigentes provinciales evitan coincidir en actividades públicas, revelando una fractura que afecta la imagen del partido oficialista.
La unidad del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Santiago atraviesa una etapa crítica marcada por una profunda división entre sus principales dirigentes locales. La situación ha generado distanciamiento y competencia interna, al punto de que los líderes del partido en esa provincia evitan coincidir en los mismos actos públicos, evidenciando una fractura que amenaza con debilitar la estructura del oficialismo en la segunda ciudad más importante del país.
El conflicto involucra a tres figuras clave del PRM: el alcalde de Santiago, Ulises Rodríguez; el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) y presidente municipal del partido, Andrés Cueto; y la gobernadora y presidenta provincial, Rosa Santos.
Fuentes consultadas señalan que las tensiones se han intensificado en los últimos meses, provocando que, cuando una de las instituciones dirigidas por alguno de ellos organiza un evento, los otros convoquen actividades simultáneas.
Un ejemplo reciente ocurrió el jueves pasado. Mientras Coraasan entregaba redes de agua potable en comunidades del sur de la ciudad, Rosa Santos encabezaba una jornada de prevención de la violencia contra la mujer e intrafamiliar. Al mismo tiempo, el alcalde Rodríguez inauguraba una casa club en el sector Jardines del Oeste.
La misma dinámica se observó durante el simulacro nacional de terremoto organizado por el Gobierno central, en el que la Gobernación Provincial se ausentó, pese a que la actividad principal en Santiago se desarrollaba en Coraasan. En cambio, Santos asistió a otro evento junto al director del Inapa, Wellington Arnaud.
De acuerdo con fuentes internas del PRM, la disputa se vincula a intereses políticos nacionales relacionados con futuras aspiraciones presidenciales. Andrés Cueto se identifica con Guido Gómez Mazara, mientras que Rosa Santos mantiene cercanía con Wellington Arnaud. Por su parte, Ulises Rodríguez ha insinuado en ocasiones la posibilidad de promover un proyecto presidencial propio.
Durante la primera gestión del presidente Luis Abinader (2020-2024), los tres dirigentes compartían actividades institucionales y políticas, pero actualmente evitan presentarse juntos, lo que refleja una división interna que podría impactar la fortaleza electoral del PRM en Santiago.
