Montecristi, República Dominicano. – La crisis que enfrenta el sector arrocero en Montecristi ha encendido las alarmas entre más de siete mil productores, quienes temen el colapso total de la producción local si no se adoptan medidas urgentes.
A las quejas del municipio cabecera se suman las de Castañuelas, Villa Vásquez, Las Matas de Santa Cruz y Guayubín. Los productores advierten que, de continuar la situación actual, se generará un impacto económico y social sin precedentes.
Durante una asamblea, dirigentes agropecuarios denunciaron que desde diciembre han ingresado al país más de cuatro millones de quintales de arroz importado, saturando el mercado y dejando a los molinos locales sin capacidad para recibir la cosecha nacional.
“Estamos produciendo, pero no tenemos a quién venderle. El arroz de Montecristi se está quedando en los campos. Si no se detiene esta invasión de importaciones, el arroz dominicano desaparecerá, junto con miles de empleos y familias campesinas”, alertó uno de los voceros del sector.
Montecristi es una de las principales zonas arroceras del país, con una producción que supera los 15 millones de quintales anuales, y que genera miles de empleos directos e indirectos.
El arroz representa más del 70 % de la dieta básica dominicana y, en la región Noroeste, es el motor económico de comunidades enteras. Solo en Montecristi, esta actividad mueve más de RD$8,000 millones anuales a lo largo de toda la cadena productiva: siembra, cosecha, transporte, procesamiento y comercialización.
No obstante, los productores aseguran que no reciben un plan de apoyo sustancial desde hace más de dos décadas. Señalan que los costos de producción se han disparado debido al aumento en los precios de fertilizantes, combustibles y mano de obra.
Según las asociaciones de productores, gran parte del arroz importado habría sido introducido por empresarios vinculados a sectores cercanos al Gobierno. Esta situación ha generado gran malestar, ya que los molinos están abarrotados de arroz extranjero, lo que ha provocado una caída en el precio del quintal nacional y pone en riesgo la rentabilidad de los pequeños y medianos agricultores.
Advierten que si los molinos no reciben la próxima cosecha, se perderán miles de tareas de arroz cultivado, con consecuencias devastadoras para la economía local.
Ante esta situación, los productores demandan la intervención urgente del presidente Luis Abinader para evitar el colapso del sector. Entre sus exigencias se encuentran:
- Suspensión inmediata de las importaciones hasta colocar la producción nacional.
- Compra estatal de excedentes para programas sociales y de alimentación escolar.
- Apertura de mercados internacionales para exportar arroz dominicano.
- Políticas de financiamiento y almacenamiento que favorezcan a pequeños productores.
- Establecimiento de un precio mínimo de compra que cubra los costos de producción.
“El arroz es un alimento estratégico para la seguridad alimentaria. Si dejamos morir a los productores, mañana dependeremos de importaciones”, afirmaron.