El influencer dominicano obtuvo cuatro millones de pesos, un Ferrari y una audiencia que lo convirtió en el favorito del reality.
Diario Cibao
Santo Domingo, República Dominicana.– El creador de contenido La Fruta se coronó campeón de La casa de Alofoke 2, conquistando no solo el primer lugar de la competencia, sino también a millones de espectadores que siguieron el proyecto de Santiago Matías durante 38 días ininterrumpidos por YouTube.
Bajo su nombre de pila, José Manuel de la Cruz, el influencer obtuvo un premio valorado en cuatro millones de pesos, un exclusivo Ferrari Purosangue y el respaldo masivo de fanáticos que celebraron su autenticidad y humor. Su presencia en el programa fue tan impactante que se convirtió en un fenómeno social.
El llamado “Team Fruta” agrupa a seguidores de distintos ámbitos: artistas, deportistas e incluso al presidente Luis Abinader, quienes lo respaldaron públicamente.
Su ingreso al reality se produjo después de que Matías descartara la participación de Laura Bozzo, quien no aceptó la propuesta económica semanal del empresario. Aunque la presentadora se incorporó en los últimos días, el salario semanal que exigía no fue aprobado, dejando el espacio abierto para la participación de La Fruta.
Desde su llegada, el influencer —radicado en Nueva York— destacó por su espontaneidad, liderazgo y humor, cualidades que lo mantuvieron en la cima de la tabla de puntuaciones, compitiendo estrechamente con el creador puertorriqueño Michael Flores.
Durante la temporada, protagonizó situaciones románticas que generaron conversación, especialmente por su acercamiento a la modelo panameña Gracie Bon y a la artista urbana La Insuperable. Asimismo, su colaboración humorística con Juan Carlos Pichardo Jr. se convirtió en uno de los segmentos más comentados.
Nacido en Haina, San Cristóbal, alcanzó notoriedad por sus videos humorísticos y escenas cotidianas junto a su hijo Andy. Su personalidad espontánea lo ha consolidado como uno de los influencers más seguidos por la comunidad dominicana en Estados Unidos.
Su apodo surgió cuando trabajaba en la zona franca de Haina confeccionando ropa interior masculina; al concluir su turno dibujaba una fruta en el exterior de su paquete laboral, gesto que terminó convirtiéndose en su identidad artística.
Hace una década emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades para él y sus siete hijos, desempeñándose desde entonces en el sector de la construcción.





