Los comunitarios del municipio se quejan de la lentitud de la EGEHID para aprobar la entrega de los terrenos para el campo santo.
En el municipio de Sabana Iglesia, perteneciente a la provincia de Santiago, un clamor colectivo retumba con fuerza. Miembros destacados de las fuerzas vivas del municipio han alzado su voz bajo la consigna "queremos nichos", exigiendo a la Empresa de Generación Hidroeléctrica (EGEHID) la entrega de terrenos para la construcción de un esperado cementerio en la Zanja Arriba, como fue ordenado por el presidente Luis Abinader, quien otorgó un cheque de 8.5 millones de pesos para esta obra hace casi un año.
Este miércoles, representantes de diversas organizaciones se congregaron en los terrenos reclamados, elevando su exigencia para que se cumpla el mandato del presidente y se haga realidad este proyecto.
La situación actual preocupa a los habitantes de Sabana Iglesia, y el regidor del Partido Revolucionario Moderno PRM, Santiago Rodríguez, ha reforzado los argumentos para la construcción del cementerio, señalando que el municipio se está quedando sin espacio para sepultar a sus muertos.
La necesidad de este nuevo espacio es crucial para atender a las comunidades de El Flaire, Bao, La Galeta, Piedra Gorda, Yerba de Culebra y otras, quienes enfrentan dificultades para darle el último adiós a sus seres queridos.
No obstante, el camino hacia la concreción de este anhelado proyecto se ve entorpecido por la negativa de la EGEHID de donar el terreno necesario para la obra. La empresa ha presentado argumentos ambientales como su principal oposición, destacando que el lugar propuesto se encuentra en cercanía de la presa de López Angostura.
La empresa alega que primero se debe descartar que el campo santo contamine las aguas de dicha presa con los desechos generados por el cementerio.
El alcalde de Sabana Iglesia, Rodolfo Reyes, ha manifestado su preocupación por esta situación y ha dejado claro que se han realizado esfuerzos para ubicar un terreno privado que sea apto para la construcción del cementerio. Sin embargo, estos intentos no han dado frutos, ya que los propietarios de dichas tierras no desean que sus fincas sean afectadas por la presencia de un camposanto.
"Nosotros hemos estado en conversaciones con el administrador de la EGEHID, Rafael Salazar, para tratar el asunto del cementerio, pero ahora solo falta esperar la opinión del Ministerio de Medio Ambiente", expresó Reyes.
La sensibilidad del tema es innegable, y es comprensible que tanto la comunidad como las autoridades busquen una solución que satisfaga a ambas partes. Un cementerio es un lugar de respeto y homenaje a los seres queridos que ya no están entre nosotros.
El clamor de Sabana Iglesia por un cementerio que satisfaga sus necesidades es legítimo. Se espera que las conversaciones entre las partes involucradas arrojen una solución que permita honrar a los fallecidos.
Mientras tanto, la comunidad de Sabana Iglesia continúa con la esperanza de que, en un futuro cercano, este proyecto tan importante y emotivo pueda materializarse, brindando un lugar digno y adecuado para rendir homenaje a sus seres queridos que han partido.